
El artista ha realizado un cartel repleto de recuerdos y vivencias, con estampitas, fotografías, poemas, flores, telas, trozos de madera, arena,…
Como cada Domingo de Resurrección, el cartel de la romería del Rocío ha visto la luz. Y lo ha hecho en una edición muy especial para el utrerano Antonio Rodríguez Ledesma, quien ha sido el encargado de anunciar esta importante celebración religiosa que llega cada año al calendario coincidiendo con Pentecostés. Su trabajo ha sido presentado en la parroquia de la Asunción, de Almonte, donde el presidente de la hermandad matriz, Santiago Padilla, glosó la trayectoria del autor y afirmó que dicho cartel «va a marcar un antes y después en su carrera».
Rodríguez Ledesma ha deslumbrado a la familia rociera con un trabajo repleto de recuerdos y de vivencias que ha ido atesorando en los últimos meses, a través de encuentros con personas y familias de toda Andalucía. Su obra parte de un concepto básico como es la devoción, mediante una composición en la que puede verse el rostro de la Virgen del Rocío como elemento central, rodeado por un collage de diversos elementos que dan forma al rostrillo, que es atravesado en la parte superior por una escena de la romería de la hermandad matriz con su simpecado y en la parte inferior con una tipografía de gran tamaño y carácter expresivo en la que puede leerse la palabra ‘Rocío’.
El autor ha explicado que la obra «está realizada con diferentes técnicas, entre las que predomina el collage y que sirve de herramienta de expresión, ya que este collage está realizado con numerosos objetos reales pertenecientes a fieles y devotos de la Virgen del Rocío. Esos recuerdos y objetos que las personas guardamos como tesoros y que, de una forma u otra, nos unen a una devoción y están intrínsecamente relacionados con conceptos como la fe, la familia, la tradición, la memoria, el sentimiento,…». En concreto, pueden verse estampitas, fotografías, poemas, recortes, pañuelos, pulseras, flores, telas, trozos de madera, arena,… «En definitiva, objetos que cada uno esconde una historia detrás y que en esta obra, casi a modo de relicario y tocando también el concepto de exvotos, tratan de simbolizar nuestra particular forma de vivir la fe».
En palabras de Rodríguez Ledesma, el cartel «trata de evocar esa idea, y lo hace rodeando la cara de Virgen con todos esos elementos que parecen estar colocados de una forma caótica y desordenada, como a veces nos puede parecer la romería, pero que a la hora de la verdad, cuando te alejas, todo encaja y funciona en contraste con la paz y la dulzura de la Virgen que desde el centro de todo parece contemplar todo lo que la rodea y equilibra la composición. Este contraste trata de ser otra metáfora dentro del cartel, los contrastes de la romería».
Como cierre de la parte superior de la obra, sobre la silueta de la romería de la hermandad matriz, puede leerse la palabra ‘Pentecostés’ incluyendo una paloma como representación del Espíritu Santo. Aparece en un cartel realizado sobre lienzo, con unas dimensiones de 150×100 centímetros, en el que predominan materiales como el collage, acrílico, cola, arena, telas, papeles, lápices, carboncillo y óleo.
Tras dar a conocer su trabajo, el utrerano ha reconocido que realizar la obra que da forma a este cartel «ha sido uno de los desafíos más apasionantes a los que me he enfrentado, tanto por la responsabilidad como por la idea que surgió desde un principio y que me ha llevado a un proceso apasionante en el que no solo me he centrado en la pintura, porque en el desarrollo de este cartel hay una gran parte de investigación y de visitas a muchos devotos a lo largo de varios meses y todo ello en diferentes provincias de la geografía andaluza». Antonio Rodríguez Ledesma afirma sentirse «satisfecho del trabajo, creo que el trasfondo de la obra y lo que buscaba se ve reflejado en la obra final y en el cartel. Espero que sea del gusto del pueblo de Almonte y de todos lo devotos».
Es una copia exacta de la que sale en una entrevista en la TV catalana. La diferencia es que la catalana habla y esta no dice ni pio.