
El Ayuntamiento de Utrera ha licitado las obras del último tramo de esa zona peatonal, que se unirán a otras actuaciones a mitad del paseo
El paseo de Consolación está a punto de culminar su proyecto de transformación. El Ayuntamiento de Utrera ha licitado las obras que se ejecutarán en el último tramo de esa zona peatonal, y que se unirán a otras actuaciones a mitad del propio paseo
Hasta el 23 de enero se encuentra abierto el plazo de presentación de ofertas por parte de aquellas empresas que quieran optar a hacerse con la ejecución de dichos trabajos. Se trata de un proyecto con seis meses de plazo de ejecución y un presupuesto base de 166.934 euros.
La intervención se extenderá en el tramo que se encuentra ante la fachada del santuario que alberga a la patrona. Es una obra que va a continuar con la estética marcada en el resto del paseo y que contempla la eliminación de parte del albero de la zona. Se trata, por tanto, de finalizar la reurbanización del paseo de Consolación iniciada en 2017.
Las obras se van a prolongar desde el cruce con la calle Mar de Alborán, a la altura del lugar que se conoce como ‘El Pastorcito’, donde se va a emplear el mismo tipo de granito que ya cubre el resto del paseo. Este pavimento llegará hasta las propias puertas del templo, incluyendo el espacio que actualmente ocupa una alfombra de chinas. Y es que, como recoge el documento redactado por la oficina técnica de Infraestructuras y Obras Nuevas del Consistorio utrerano, la eliminación de estas pequeñas piedras atiende «a solicitudes por parte de la ciudadanía y tras quejas y denuncias por problemas de resbaladicidad». En cualquier caso, se conservará la parte donde puede verse el escudo de la ciudad, que se resaltará visualmente del resto del pavimento, protegiéndolo con un marco de latón rectangular.
Por otro lado, la actuación también contempla la mejora del tramo que discurre entre el parque del V Centenario y el aparcamiento, pasando por delante del santuario. Esa zona, actualmente con albero, pasará a hormigón impreso para facilitar el tránsito de los peatones, especialmente en las épocas de lluvias.
Asimismo, se adecentará la zona situada a la izquierda de la puerta del templo, donde se encuentran los árboles. Ahí se mantendrá el albero y se prevé la ejecución de la correspondiente red de riego.
La actuación que contempla el Ayuntamiento no se centrará exclusivamente en el último tramo del paseo de Consolación. También se apunta una intervención a mitad del propio paseo.
Cuando se desarrolló el proyecto inicial de transformación de esta zona, a la altura de la calle Holanda –situada frente a la puerta lateral del parque de Consolación- se diseñó una acera de media luna para albergar las mesas de la terraza de un bar. Ahora se señala una actuación similar en las calles anterior y posterior –Reino Unido e Irlanda-, para crear espacios del mismo tipo.
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A las gentes del Junquillo que nos zurzan. La entrada a dicha urbanización solo se puede hacer subidos en tanques o tirándose en paracaídas. Peatonalmente te juegas la vida si intentas atravesarlo a pie. Los impuestos sí que saben cobrarlos y si no lo pagas, te embargan.
Valiente banda de chuflas y mamarrachos desfilan por la casa consistorial utrerana, demostrando lo que son, inútiles con corbata por ser suave.
Si a eso le sumamos, que para dar un paseo por Utrera, tienes que ser especialista en sortear terrazas que no cumplen las normas ni por asomo, pasos peatonales que se supone que deberían estar visiblemente indicados, charcos que no drenan por falta de asfaltado y nivelación adecuado, pavimento de adoquines del siglo 19 en peores condiciones que las antiguas calzadas romanas, aceras supuestamente peatonales, levantadas, inestables, ocupadas, etc., etc., etc., apaga y vámonos.
Esto es solo por resumir, porque si se escribieran todas las cosas que se ven diariamente, no habría papel en el mundo, para escribirlas detalladamente todas.
El refrán lo dice claro. Prometo y prometo hasta que te la meto, una vez metido, se acabó lo prometido.
Aplíquense todos el cuento y, si no sois capaces de gestionar adecuadamente váyanse a coger todos, para que nadie se ofenda, cardos borriqueros sin guantes.