Los nuevos retos a los que se enfrenta el sector de las apuestas deportivas tras la pandemia

Los nuevos retos a los que se enfrenta el sector de las apuestas deportivas tras la pandemia

En los últimos años, las apuestas deportivas han vivido un crecimiento nunca antes visto en España. Por una parte, se popularizaron las webs que ofrecían este tipo de servicios. Por otra, la regulación del juego online en 2011 llevó a que gran cantidad de locales destinados a esta actividad abrieran sus puertas.

Desde entonces, se ha visto cómo en cada barrio abría un salón dedicado a hacer apuestas deportivas en máquinas de empresas como Luckia o Codere. El desarrollo del sector está siendo tal que también se han empezado a ofrecer apuestas en eventos de eSports, como las competiciones de Counter Strike o Starcraft.

Pero no todo están siendo buenas noticias. En 2020, durante los confinamientos por la emergencia sanitaria del COVID se disparó el número de usuarios de los casinos online. Y esto llevó al Gobierno a implantar medidas para proteger a los colectivos más vulnerables. Entre ellas, se restringió de forma dramática la publicidad de este tipo de servicios en los medios de comunicación. Y esto se extendió también a las apuestas deportivas.

En un principio, se hizo ver que las restricciones serían sólo vigentes durante las limitaciones de movilidad debidas a la pandemia. Pero un poco más tarde se confirmó que habían llegado para quedarse.

Limitaciones y restricciones en la publicidad

La primera medida tomada por el Gobierno fue la de restringir las franjas horarias en que se puede emitir publicidad del juego en TV y radio. Desde el inicio de las restricciones, esta quedó relegada a la madrugada. Más concretamente a cuatro horas entre la una y las cinco.

Además, se prohibió que personajes famosos apareciesen en las campañas publicitarias de los operadores de juego. Y que los clubes deportivos o cualquier evento de este ámbito estuviesen patrocinados por empresas relacionadas con apuestas o juegos de azar.

De esta manera va a resultar más difícil para el jugador encontrar nuevas salas en las que practicar su afición favorita. No le quedará otra que recurrir a publicaciones especializadas si quiere encontrar las mejores plataformas online para apostar.

Restricciones en las promociones

Otra de las medidas puestas en marcha por el Gobierno fue la de establecer fuertes limitaciones a las promociones que los operadores de juego pueden ofrecer. Uno de los puntos más problemáticos fue la prohibición de los bonos de bienvenida. A partir de la entrada en vigor de la ley, los operadores de juegos de azar y las casas de apuestas no pueden incentivar a los nuevos jugadores con este tipo de obsequios.

El peor parado con esta medida es el propio jugador. Mientras que antes podía contar con dinero extra para jugar, que le era entregado por el operador, ahora sólo podrá apostar con sus propios fondos.

Economía debilitada

A las medidas anteriores hay que añadir el impacto de la crisis económica que atraviesa el país. Aunque lo peor del COVID ya haya pasado, los negocios no han vuelto a su estado previo. Especialmente los más pequeños. Y si la población no tiene dinero para sus necesidades más básicas no va a poder permitirse apostar por Internet.

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Redacción de Utreradigital.com

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