
Juan José Asenjo bendice este nuevo espacio creado bajo el camarín de la Virgen de Consolación
Tras un largo proceso, ha llegado a su fin el proyecto de creación de un columbario en el santuario de Consolación. El administrador apostólico de la archidiócesis de Sevilla, Juan José Asenjo, ha sido el encargado de bendecirlo, antes de recibir a los primeros difuntos.
La primera de las cuatro salas ya está preparada, con un total de 624 lóculis, que son los pequeños nichos que acogerán las urnas con las cenizas de los difuntos. Cada uno de ellos tiene espacio para dos urnas, por lo que actualmente hay espacio para 1.248. En cualquier caso, esa cifra incrementará hasta los 1.944 lóculis –en total, 3.888 difuntos- conforme vaya siendo necesario hasta completar el espacio disponible.
Se trata de un recinto situado bajo el camarín de la Virgen de Consolación, que nace como «un lugar de paz, descanso y consuelo, hasta que tengamos el consuelo definitivo de Jesucristo y de su Madre de Consolación en el cielo». Así se expresó el rector del santuario, Joaquín Reina, quien, en el acto litúrgico de bendición, afirmó que «desde este lugar levantamos la mirada hacia la ciudad celestial».
Por su parte, Asenjo invitó a los fieles «a renovar nuestra fe en un artículo capital del credo apostólico: ‘Creo en la resurrección de la carne y en la vida eterna’». Lo dijo en el transcurso de una intervención en la que explicó que «los cristianos creemos en nuestra resurrección porque Jesús ha resucitado».
En este acto participó también el hermano mayor de la hermandad de la Virgen de Consolación, Rafael Rojas, mostrando su alegría porque «tras las diversas obras llevadas a cabo en el santuario, hoy un nuevo anhelo se vuelve a cumplir». Tuvo palabras de afecto a todas las personas que han hecho posible materializar este proyecto: «el columbario es ya una realidad, un lugar de paz y de descanso, donde pueden reposar las cenizas de todos los fieles y devotos que lo deseen».
Los lóculis instalados se encuentran integrados en unas estructuras desmontables, construidas en madera. Cada lóculi se cierra con una puerta en la que puede verse la medalla de la Virgen de Consolación y donde estará el nombre de los difuntos. A ese espacio se unirá un cenizario común con una capacidad aproximada de cinco metros cúbicos.
Las personas que quieran obtener más información y reservar el correspondiente lóculis lo pueden hacer los martes, de 20.00 a 21.00 horas. Para ello es necesario solicitar cita previamente, a través del archivo de la parroquia de Santa María de la Mesa, mediante el teléfono 95 486 03 30.
Desde el rectorado del santuario de Consolación se hará entrega a los familiares de la correspondiente urna para depositar las cenizas del difunto. Con ella se acudirá al templo y, cuando se produzca la entrega, se celebrará un responso. A ello se sumará una eucaristía mensual en recuerdo de las personas que hayan fallecido en ese período de tiempo, así como la tradicional misa de difuntos cada noviembre.
Despedida de Asenjo
El acto celebrado en el santuario de Consolación ha servido como despedida de Juan José Asenjo a Utrera en sus días finales al frente de la archidiócesis de Sevilla. El vivido a los pies de «la del barquito en la mano» ha sido uno de los últimos que preside en sus 12 años como arzobispo. «Vendré a Utrera de nuevo con mucho gusto si me lo piden», afirmó, al tiempo que explicó que, a partir de ahora, estará al servicio de su sucesor y dedicará su tiempo a la oración.
El resto de asistentes tuvieron palabras de afecto al administrador apostólico. Fue el caso del alcalde, José María Villalobos, quien le agradeció «tanta dedicación a Utrera», una ciudad cuyas puertas «siguen abiertas para usted; estaremos encantados de que nos visite».
Joaquín Reina se pronunció en término similares, asegurándole que «viene usted siempre a su casa». Además, le dio las gracias «por su colaboración y confianza, por haberme puesto al frente del santuario de Consolación y de la parroquia de Santa María de la Mesa».
Mientras, el hermano mayor de la hermandad de la patrona también tuvo presente a Juan José Asenjo durante su intervención. Así, le agradeció «el cariño y la cercanía que siempre ha mostrado a la Virgen de Consolación».