
La escasa seguridad en torno al desvío del arroyo Calzas Anchas es un problema que desde hace tiempo se manifiesta. En más de una ocasión ha habido que lamentar la caída de alguna persona al citado canal, debido a la ausencia del vallado protector.
Los ladrones se han empeñado de manera recurrente en sustraer esas piezas, dejando en una peligrosa situación a quienes discurren por la vía de servicio paralela al canal, con el riesgo de caídas desde unos cuatro metros de altura. La insistente eliminación de esas vallas ha llevado al Ayuntamiento de Utrera y a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) a estudiar otras opciones alternativas que permitan mantener protegida esa zona.
En este sentido, el alcalde utrerano, José María Villalobos, ha anunciado que va a procederse a sustituir el vallado metálico que hasta ahora se contemplaba por una barrera vegetal tupida. Para ello, se emplearán adelfas u otras plantas similares que ayuden a prevenir las posibles caídas al canal.
En palabras del regidor local, «es habitual este tipo de robos, porque hay amigos de lo ajeno a quienes les gusta mucho ciertos materiales de los que están compuestas las vallas. Por ello, pensamos que la solución lleva por sustituirlas por otro material que sea menos atractivo para ellos».
En enero de 2020, el pleno municipal ya aprobó una moción por unanimidad en la que se abordaba esta problemática. En los últimos años, ha sido un asunto recurrente, que ha despertado la preocupación de las numerosas personas que de manera habitual discurren por la vía de servicio paralela al desvío, ya sea para pasear, hacer deporte,…
El último accidente de importancia registrado en el canal fue el pasado mes de octubre, cuando un niño tuvo que ser rescatado tras precipitarse al desvío del Calzas Anchas mientras montaba en bicicleta.