
Desde hace tres meses, la localidad molareña ha ofrecido una tasa muy alta de contagios, lo que ha conllevado un interminable cierre perimetral
La tercera y la cuarta ola de la pandemia se han cebado especialmente con la localidad de Los Molares, que desde el comienzo de 2021 presenta una tasa por encima de los 500 contagiados por cada 100.000 habitantes y, en muchos casos, por encima de los 1.000. Esta situación ha provocado que la localidad tenga que lidiar con un cierre perimetral casi interminable e incluso con varias semanas en las que han tenido que cerrar todos los comercios que no son considerados como de primera necesidad.
En esta última semana parece que los datos poco a poco van dando un pequeño respiro, bajando sensiblemente la tasa de los 1.000 contagiados por cada 100.000 habitantes, lo que permite que desde este viernes abran bares, restaurantes y todo tipo de comercios. En cualquier caso, el alcalde de Los Molares, José Veira, no quiere confiarse, al recordar que «hemos dicho ya tantas veces que estamos viendo la luz al final del túnel, pero a la postre la luz se vuelve oscura, por lo que hay momentos en los que la esperanza flaquea».
Con la sinceridad y claridad que le caracteriza, el primer edil molareño ha confesado que «ha llegado un punto en el que la situación es desesperante, porque no es lógico que desde hace tres meses estemos en esta tesitura». Veira ha explicado que «nos hemos dado cuenta de que la culpa no la tiene nadie. Hay personas que apenas han salido de casa y sólo han ido a comprar y han pillado el virus. Nadie sabe por dónde llega el virus, cómo se contagia la gente y a veces te planteas incluso cuál es la cepa que entra en tu pueblo».
El alcalde de Los Molares, quien desde el comienzo de la pandemia ha mantenido una actividad frenética y ha querido estar muy cerca de todos sus vecinos, reflexiona sobre lo que está sucediendo en su municipio a lo largo de los últimos meses: «pones más policía vigilando y sigue subiendo, instauras medidas restrictivas y sigue subiendo, todos los comercios cerrados y sigue subiendo… ¿Qué más puedes hacer? Lo único que te queda es que el gobierno decretara un encierro domiciliario y tengo mis dudas de que funcionara».
Los Molares es una localidad que cuenta aproximadamente con 3.400 habitantes, por lo que es muy fácil que la tasa de contagiados por cada 100.000 habitantes se dispare en el momento en el que el virus afecte de lleno a dos o tres familias. Es un fenómeno que también se ha producido en otras poblaciones pequeñas de la provincia de Sevilla como El Palmar de Troya o Casariche, y al que el alcalde molareño le encuentra la siguiente explicación: «las familias son amplias, tienen contacto entre ellas, por lo que, si se infecta un miembro, lo más probable es que vayan cayendo todos, porque las casas no están preparadas para vivir una pandemia. No todas las familias tienen tres o cuatro habitaciones con baños diferentes para poder aislar a los miembros con COVID-19».
En Los Molares se están haciendo más de 100 pruebas a la semana, y la Junta de Andalucía ha organizado dos cribados masivos, por lo que prácticamente toda la población de una u otra manera ha pasado ya por estas pruebas. «Tengo que agradecer la labor del centro de salud, que está siendo perfecta, y también la confianza que depositan en mí los vecinos, ya que la gran mayoría de ellos me llaman en cuanto saben que han dado positivo o si han estado en contacto con alguien que está contagiado», concluye José Veira.
La variante británica no perdona : Si te contagias , contagias a todos y cada uno con los que convivas.
En los Molares se está demostrando que no puedes saltarte las normas de distancia social, mascarillas y confinamiento sin pagar las consecuencias.
Las instalaciones sanitarias son paupérrimas, seudopantallas de protección atornilladas con escuadras de estanterias que llegan al ombligo del que llega y no protege a la persona que recepciona a los pacientes que acuden, expuesta a contagiarse. Se la ha requerido al alcalde de los Molares en la parte que Si le compete, implicación en la mejora de la situación para poder vacunar fuera del recinto sanitario porque ni tiene ventilación, ni espacio fisico para ello y además falta personal para gestionar la avalancha de personas que diariamente acuden al centro.
Los molares no deja de tener fiestas, y el reñidero de pollo ubicado en la feria lleno semana tras semana con conocimiento por parte de las autoridades locales, desplazándose multitud de persona desde cualquier localidad o provincia. Se ha propuesto el cierre? Aumento de policía ? Para q no se trasmiten las sanciones, lo único q hace falta es sentido común y realizar correctamente lo recomendado por las autoridades COVID. Los molares independiente va por su cuenta así les va.
Esta claro que algo mal estan haciendo los molareños, lo que esta claro es que cuando los ciudadanos toman medidas el contagio baja.
Menos desesperación y más mano dura. Si aún en más de un año la gente no se ha enterado de que no se puede visitar a familia , hablar con vecinos… es normal lo q pasa en ese pueblo. La gente llora cuando ya el mal lo ha echo; pues que piensen antes. Por poner ejemplo yo llevo un año sin ver a mi hermana q vive en otra ciudad, sin ir a un bar… solo a trabajar y sin quitarme la mascarilla ( claro bien puesta) y aquí estoy bien y sin depresión. Más responsabilidad es lo q tiene q tener la gente