
El comienzo del año ha traído consigo una desagradable sorpresa para los hosteleros de Utrera. Al recibir la notificación para abonar la tasa por instalar los veladores, han visto cómo las cuantías habituales se han «triplicado, llegando incluso a casos de cuadruplicarse».
Lo ha denunciado la asociación que engloba a este importante sector económico de la ciudad, explicando que ese incremento se ha producido porque el Ayuntamiento ha calculado el cobro de la tasa por el espacio ocupado con las terrazas –que se ha visto incrementado para permitir guardar las distancias de seguridad-, en lugar de por el número de mesas que tienen instaladas.
El presidente de los hosteleros utreranos, Gabriel Galindo, ha señalado a Utrera Digital que el origen de este problema se encuentra en la ampliación de las terrazas durante la pasada primavera, como consecuencia de la pandemia. Cuando se puso en marcha el proceso de desescalada tras el confinamiento domiciliario, la normativa para frenar la expansión de la COVID-19 obligaba a mantener unas distancias de seguridad entre las mesas.
Al no estar aprobada la nueva ordenanza municipal de veladores, el Ayuntamiento decidió iniciar un procedimiento de regularización exprés para que permitiera mantener instaladas las terrazas de forma legal, hasta que el nuevo documento entrara en vigor. En ese momento «nos ofrecieron la posibilidad de ampliar la zona que ocupaban las terrazas, con el objetivo de disponer del espacio necesario para mantener la distancia entre las mesas y así cumplir la normativa frente a la COVID-19. Se nos dijo que podríamos tener el mismo número de mesas que figuraban en el pago de las tasas del año anterior, pero con más espacio entre ellas». Y todo ello cumpliendo con unos límites marcados por el Consistorio para hacer prioritario el uso peatonal, prevaleciendo este en caso de que las aceras fueran demasiado estrechas.
«Cuando se planteó aquella opción, nadie nos dijo que íbamos a tener que pagar por todos los metros ampliados, entendiendo que era una medida para facilitar nuestra actividad y que nosotros seguiríamos abonando la tasa de veladores en función al número de mesas que tuviéramos», comenta Galindo. Sin embargo, la sorpresa ha sido mayúscula al recibir los hosteleros las correspondientes notificaciones de pago.
Así las cosas, la asociación ha manifestado su «malestar» hacia el Ayuntamiento de Utrera, «con el que desde el inicio de nuestra reciente actividad hemos mantenido un diálogo fluido y cercano, y desde el que hemos recibido muestras de apoyo en nuestras reivindicaciones». Por ese motivo han dicho no entender «este mazazo (otro más) para la maltrecha salud de los negocios de nuestros asociados». Según ha señalado Gabriel Galindo, está previsto que esta semana pueda producirse una reunión con el Consistorio, con la que intentar dar una solución a dicho asunto.
El Ayuntamiento argumenta la medida adoptada
Tras conocerse las quejas de los hosteleros, fuentes municipales han querido aclarar lo ocurrido. Según han explicado a Utrera Digital, durante la desescalada los bares tuvieron que adaptarse a las nuevas medidas frente a la pandemia y, para que pudieran mantener el mismo número de mesas que tenían antes del inicio de la crisis sanitaria, el Ayuntamiento decidió llevar a cabo una regularización exprés de todas las terrazas, ya que «la totalidad de ellas se encontraban en una situación de alegalidad porque no declaraban los metros cuadrados de espacio público que realmente ocupaban». De hecho, el Consistorio se encontró con establecimientos hosteleros «que pagaban un tercio de los metros que realmente usaban para su actividad», algo que ha venido ocurriendo «desde abril de 2015, por lo que durante todo este tiempo los bares con terrazas se han ahorrado mucho dinero».
Desde el Ayuntamiento argumentan que la regularización de los veladores «aporta seguridad jurídica a los bares y es justo que se abonen las tasas por el aprovechamiento del espacio que es de todos», algo que hacen «a un valor infinitamente inferior al precio del mercado de alquileres de locales».
De igual modo, han querido recordar que el Consistorio «ha apoyado ampliamente» al sector de la hostelería para paliar los efectos de la crisis económica. En este sentido, todos los bares han optado a una subvención de 1.000 euros, se llegó a un acuerdo con la empresa local Go Delivery para la exención de la cuota durante dos meses, se ha suspendido la tasa de veladores para el primer semestre de 2021, se han puesto en marcha varias campañas de promoción,…
Los espacios públicos, son públicos y, privar a los ciudadanos de dichos espacios para favorecer negocios privativos, no es de recibo.
Aquí nadie respeta las normas por falta de vigilancia estricta y sancionadora. Si la economía se basa en bares, terrazas y jolgorio, lo llevamos claro. Las molestias que producen, no se pueden compensar con tasas más elevadas para beneficio de la corporación, sino con cierres por infringir dichas normas.
Si te multan por aparcar en sitios prohibidos, ¿por qué aquellos de este gremio que se saltan las normas, se creen poseedores de derecho de pernada y se permite?.
Visto lo que hay, el cachondeo sigue y sigue hasta el infinito y, solo hay un señor, ¡DON DINERO!.