- Utrera Digital - https://www.utreradigital.com/web -

«El comedor social de Utrera va camino de colapsarse en un mes y medio»

El vicepresidente del comedor «Santiago el Mayor» reconoce que «no tenemos capacidad para sacar adelante todas las peticiones de ayuda que recibimos»

Son muchas las entidades que en Utrera trabajan cada día para ofrecer auxilio a las personas que se encuentran en una peor situación como consecuencia de la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19. Ejemplo de ello es la labor que realiza el comedor social «Santiago el Mayor», que ha visto incrementar su actividad en estos meses.

Algo más de 200 personas acudían a sus instalaciones antes de que el coronavirus cambiara el modo de vida del planeta. Sin embargo, el punto de inflexión que en España se marcó el 15 de marzo, con el decreto del estado de alarma, hizo que muchos utreranos se quedaran sin ingresos y con escasas posibilidades para poder subsistir. De hecho, en el momento más complicado de la primera oleada de la pandemia, este proyecto humanitario llegó a atender a casi 600. Lo recuerda José Antonio López, vicepresidente del comedor, que gestiona la asociación de fieles del Resucitado, quien cifra en unos 340 los ciudadanos que reciben actualmente esa colaboración.

«La situación es bastante mala, y lo peor está por llegar, porque son muchas más personas las que cada día vienen a solicitar ayuda. Sin embargo, nosotros no tenemos capacidad para sacar todas las peticiones adelante, y el comedor va camino de colapsarse de un mes y medio», alerta López. Y es que «la crisis de 2008 fue distinta a esta, en aquel momento se vio venir la situación que íbamos a vivir, pero ahora ha sido de repente, con la llegada del virus. Y ya hemos venido dando de comer a más personas de las que llegamos a atender en el peor momento de aquella otra crisis».

El representante del comedor social reconoce que el perfil de los demandantes de ayuda ha cambiado con respecto a 2008. Explica que «hay personas que han estado con nosotros durante mucho tiempo, pero ahora estamos viendo a utreranos que nunca habían pedido ayuda pero que están viviendo una situación muy complicada al haber perdido el trabajo por culpa de la pandemia. Estamos ayudando a familias con niños, que no se habían visto antes en esta tesitura». De hecho, algunas de estas personas «no quieren ni siquiera venir a recoger la comida porque les da vergüenza, ya que hasta ahora habían podido llevar una vida normal».

Durante estos años, se ha venido preparando la comida en las instalaciones del propio comedor social. Sin embargo, la actual crisis sanitaria «hace imposible poder dar de comer in situ a las personas, porque no tenemos espacio suficiente para hacerlo en las condiciones de seguridad necesarias». Por ese motivo, la actividad se ha trasladado a la cercana casa-hermandad de la asociación del Resucitado, donde los viernes entregan los alimentos a los usuarios, para que los elaboren en sus viviendas.

El comedor se nutre de los productos que les entrega el Banco de Alimentos, así como de las donaciones de otras entidades y ciudadanos. «No aceptamos dinero, solo comida», comenta José Antonio López, quien explica que actualmente tienen existencias «para un par de semanas». Quienes quieran ayudar, pueden acudir los miércoles, de 10.00 a 11.30 horas; y los viernes, de 9.00 a 12.00 horas.

En el horizonte cercano se encuentran las próximas fiestas navideñas, que este año serán muy distintas a lo habitual. En palabras del vicepresidente del comedor, «esta va a ser la Navidad más difícil que vamos a pasar». Gracias a la solidaridad de muchas personas e instituciones que prestan su ayuda, y al trabajo altruista de los voluntarios, este proyecto se mantiene con vida para seguir dando de comer a muchos utreranos que, de otra manera, tendrían más complicado poder subsistir.