
Las restricciones impuestas al sector hostelero son muchas como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Las pérdidas alcanzan, en algunos casos, más del 50% de los ingresos habituales. Para permanecer abiertos introducen novedades como el take-away o la apertura desde mediodía a la noche, ampliando su horario de cocina. Así lo viven algunos de ellos.
LA BRASA
Carlos López. Tomó el testigo de Ángel Álvarez y de las cocinas pasó a regentar el negocio hace ahora cuatro años.
– ¿Cómo está afectando la pandemia a tu negocio?
Nos está afectando al servicio de noche, pues las limitaciones de la barra y el aforo lo tenemos desde el principio, y nos hemos tenido que adaptar. Si quito más mesas ya tendría que cerrar, estamos al 50% y afortunadamente lo tenemos lleno.
-¿Crees que esta situación ha traído algo positivo a tu restaurante?. Por ejemplo el take away, las reservas…
El servicio a domicilio está funcionando muy bien y las reservas se están realizando muy bien, lo que nos facilita el trabajo.
-El cliente actual ¿suele cumplir con las medidas de seguridad o tienes que estar recordándoselas a la gente?
Aunque hay más concienciación, nos queda mucho que trabajar. Nosotros estamos pendientes de que se cumplan las normas de seguridad, sino es un desmadre.
-¿Qué echas en falta por parte de las administraciones?
Nadie se acerca a ayudarnos. El autónomo está abandonado. En la parte local, al menos de momento se ha eximido el pago de la tasa de veladores. Lo que sí estamos pendientes de una ayuda económica que aún no ha llegado, y se están haciendo otras cosas que a lo mejor podrían esperar.
-Se habla de un segundo confinamiento en breve, ¿cómo afrontas esta perspectiva?
Esto es malo lo mires por donde lo mires. Si conseguimos mantener el negocio, un segundo encierro puede provocar que muchos cierren. Es una ruina cerrar otra vez.
-¿Qué le dirías a la gente para que acuda a tu restaurante?
Hay que ir con tranquilidad, con seguridad, y siendo conscientes de las normas. Entre todo lo lograremos, sino iremos a peor.
CASA BASILIO
Ignacio y David Díaz. Son de los pocos bares de Utrera que han permanecido cerrados desde el inicio de la pandemia. Ahora vuelven con fuerza e ilusión a abrir el negocio.
– ¿Cómo está afectando la pandemia a vuestro negocio?
La pandemia en nuestro caso nos ha afectado de manera profunda, ya que hemos estado cerrados desde mitad de marzo hasta la primera semana de noviembre, que es cuando hemos podido abrir nuestras puertas. Un periodo en el que hemos aprovechado también para hacer reformas en nuestro bar.
-¿Creéis que esta situación ha traído algo positivo al restaurante? Por ejemplo el take away, las reservas que facilitan la organización de los servicios…
Lo mejor ha sido sin duda la nueva empresa que ha nacido en Utrera, Go Delivery, para que así la gente pueda disfrutar en casa de la gastronomía utrerana. Aprovecho para anunciar que todos los utreranos van a poder pedir en Go Delivery productos de «Casa Basilio», o si lo prefieren pueden encargar la comida y recogerla aquí.
-¿Qué echáis en falta por parte de las administraciones?
Hemos echado muchísimo de menos a todos nuestros clientes durante todos estos meses que hemos estado cerrados. Todas las ayudas de las administraciones siempre vienen bien, pero a los que más hemos echado en falta ha sido a nuestros clientes, que son nuestra auténtica familia.
-Se habla de un segundo confinamiento en breve, ¿cómo afrontáis esta perspectiva?
Nosotros hemos abierto hace pocos días porque es lo que teníamos que hacer por nuestro negocio, pero aunque sea difícil para todos, creo que si queremos salvar la hostelería, la situación que estamos viviendo y la Navidad, al final otro confinamiento en breve va a ser necesario.
-¿Qué le diríais a la gente para que acuda a vuestro restaurante?
Que lo estamos intentando con todas nuestras fuerzas, y que en «Casa Basilio» se respetan todas las normas que ahora están en vigor, por lo que es un lugar seguro para todos los clientes.
CASA VALENTÍN
José María Gutiérrez. Un negocio familiar que a lo largo de tres generaciones se ha convertido en una de las referencias gastronómicas de Utrera.
– ¿Cómo está afectando la pandemia a tu negocio?
La pandemia para los bares ha sido algo que nos ha llevado a experimentar problemas económicos, pero como yo siempre me quedo con los aspectos positivos, tengo que decir que ha servido también para que nos demos cuenta de lo importante que son los bares para las vidas de las personas. Han sido meses en los que hemos sentido de cerca el cariño y la solidaridad de todos nuestros clientes.
-¿Crees que esta situación ha traído algo positivo a tu restaurante?
Toda esta situación ha provocado que abramos otra vía de negocio como es el reparto a domicilio, que en nuestro caso es a través de un servicio de reparto propio o recogiendo los productos en el local. También es cierto que ha servido para que cambien algunos hábitos de los clientes y se trabaje más con reservas, algo que facilita el trabajo de los hosteleros.
-El cliente actual ¿suele cumplir con las medidas de seguridad o tienes que estar recordándoselas a la gente?
El 95% de los clientes respetan de manera escrupulosa las nuevas normas y hacen todo lo que les pedimos. Nuestra obligación también es recordarles a todos las normas porque es normal que cueste trabajo adoptarlas, porque todo esto ha significado cambiar todas nuestras costumbres.
-¿Qué echas en falta por parte de las administraciones?
No creo especialmente en las ayudas de las administraciones, si vienen son bienvenidas, pero lo que de verdad estoy echando más de menos en este periodo es poder abrazar a mis clientes y amigos.
-Se habla de un segundo confinamiento en breve, ¿cómo afrontas esta perspectiva?
Pienso en el posible confinamiento y lo encajo con resignación. Estamos preparados mentalmente para encajar de la mejor manera posible lo que venga.
-¿Qué le dirías a la gente para que acuda a tu restaurante?
Le aconsejo a todos los utreranos que aprovechen al máximo el tiempo que puedan estar en un bar, que es sinónimo de alegría y de disfrute, eso sí, siempre con conciencia, responsabilidad y respetando las medidas de seguridad.
LA ESCUELA TAPAS
Rosa de la Rosa y Alejandro S. Gasca. Comenzaron en la abacería del Arroyo y poco después pusieron en marcha este restaurante, acercando al público de Utrera una cocina actual, de autor y diferente
– ¿Cómo está afectando la pandemia vuestro negocio?
Tenemos un local pequeño así que la limitación de aforo y la supresión de la barra nos ha repercutido negativamente. Afortunadamente, el buen tiempo está acompañando y estamos salvando al menos la terraza.
-¿Creéis que esta situación ha traído algo positivo al restaurante?. Por ejemplo el take away, las reservas que facilitan la organización de los servicios…
Aunque la clientela ha sido fiel, esta situación ha servido para reciclarnos. Seguimos ofreciendo un buen producto y potenciando por ejemplo platos de temporada. También la gente se está acostumbrando a reservar y el servicio se organiza mejor.
-El cliente actual ¿suele cumplir con las medidas de seguridad o tenéis que estar recordándoselas a la gente?
El cliente se fija en que se cumplan las medidas de seguridad, y nosotros cumplimos con los protocolos para que se sientan tranquilos y disfruten.
-¿Qué echáis en falta de las administraciones?
Una gestión eficaz y responsable. Que los recursos se destinen adecuadamente, y no se despilfarre. Nosotros nos crujimos la cabeza para salvar nuestros negocios, así que debemos exigir que nuestros gobernantes administren bien los ingresos para ayudar en situaciones como la actual. En especial, el autónomo no está siendo apoyado adecuadamente y hay que ayudar a gente que realmente lo necesita. Toda ayuda es buena pero sin regalar el dinero.
-Se habla de un segundo confinamiento en breve, ¿cómo afrontáis esta perspectiva?
No es positivo, por eso sstamos intentando añadir mejoras como el servicio a domicilio. Tenemos que seguir adelante y dar un paso más.
-¿Qué le diríais a la gente para que acuda a vuestro local?
Al ser un negocio pequeño, estamos muy pendientes de todo, para que nuestros clientes se sientan tranquilos cada vez que vienen.
ASADOR PINTO
Miguel Ángel Pinto. Se embarcó en la aventura de las carnes a la brasa en pleno centro de Utrera, en la mítica Fabrica de Nieve.
– ¿Cómo está afectando la pandemia a tu negocio?
Me ha afectado bastante, sobre todo en el día a día ha podido bajar un 90% la clientela, ya que la gente sale menos. El fin de semana nos estamos defendiendo pero ahora al imponer una hora de cierre, las ventas vuelven a bajar. Vivir con el mediodía es complicado.
-¿Crees que esta situación ha traído algo positivo a tu restaurante?. Por ejemplo el take away, reservas lo que facilitan la organización de los servicios…
Nos venía mucha gente de los pueblos de alrededor y eso ahora no es posible. El take-away no funciona para nuestra carta, ¿cómo llevas nuestro entrecot a domicilio para que el producto llegue en condiciones? Nuestra carta es difícil para domicilio y las reservas siempre las hemos tenido.
-El cliente actual ¿suele cumplir con las medidas de seguridad o tienes que estar recordándoselas a la gente?
La mayoría de la gente entiende que hay que seguir unas medidas de seguridad, y estamos pendientes de que se cumplan por la seguridad de todos.
-¿Qué echas en falta por parte de las administraciones?
Sí, nos falta ayuda a la hostelería, a nivel local por ejemplo se prometió una ayuda que aún no ha llegado. Aunque eso tampoco nos va a salvar, la verdad. El problema son los impuestos, seguros sociales, o los ertes que haya que abonar con un local cerrado. Los políticos transmiten mensajes contradictorios y la hostelería es tabú cuando otros sitios están masificados.
-Se habla de un segundo confinamiento en breve, ¿cómo afrontas esta perspectiva?
Miedo da. Entiendo que si hay que hacerlo, hay que hacerlo, pero nuestros gastos son los mismos con menos ingresos. Y con un segundo cierre, muchos corremos el riesgo de no poder volver a abrir.
CASA FUENTES
Desiderio Fuentes, fundador de la abacería «Casa Fuentes», ofrece desayunos, tapas, todo tipo de chacinas y numerosas variedades de vinos a granel.
– ¿Cómo está afectando la pandemia a tu negocio?
Al comienzo de toda esta nueva situación, los bares pudimos defendernos, pero desde finales del mes de septiembre la verdad es que hemos notado un descenso aproximado del 50% de la clientela. Ha coincidido en el momento en el que se han detectado algunos positivos en los colegios y se han aislado algunas clases.
-¿Crees que esta situación ha traído algo positivo a tu restaurante?. Por ejemplo el take away, las reservas que facilitan la organización de los servicios…
Es verdad que hay que probar nuevas líneas de negocio para tratar de reponernos. Nosotros hasta el momento no hemos incorporado el reparto a domicilio, pero aprovecho para anunciar que estamos en conversaciones con Go Delivery para poner en marcha este servicio.
-El cliente actual ¿suele cumplir con las medidas de seguridad o tienes que estar recordándoselas a la gente?
La gran mayoría de nuestros clientes se portan muy bien, aunque algunas veces hay que estar encima de ellos, y es que es normal, son demasiadas normas nuevas. Lo que cuesta más trabajo es que la gente comprenda que no pueden estar en la barra, la echan mucho de menos.
-¿Qué echas en falta por parte de las administraciones?
Muchos bares estamos todavía esperando que nos den aquella ayuda de mil euros que nos prometieron que nos darían cuando comenzó la pandemia. También nos vendría muy bien que nos bajaran los impuestos.
-¿Qué le dirías a la gente para que acuda a tu restaurante?
Hemos incorporado nuevas medidas en el local para que se cumplan todas las normas, exista la distancia necesaria y todos los clientes pueden sentirse seguros. Y si cualquier persona quiere algún producto de Casa Fuentes, como por ejemplo cualquiera de nuestros magníficos vinos, que me llame o me mande un Whatsapp al 666 54 60 96 y yo se lo llevo a su casa.