
Desde que entró el COVID-19, muchos sectores se han visto gravemente perjudicados por las consecuencias económicas acarreadas y por el miedo generalizado de la población.
Uno de los sectores que peor lo ha pasado ha sido el de los fotógrafos, pues ellos viven de otros sectores como puede ser el nupcial, el cual también se ha visto muy reducido durante la pandemia. Sin embargo, la fotógrafo de Barcelona Marga Martí aún tiene esperanzas en que la situación se recupere y su sector pueda recomponerse tras esta grave crisis sanitaria.
¿Cómo se ha visto afectado el sector nupcial por la crisis del COVID-19?
Para celebrar una boda, hay que tener en cuenta diversos factores como pueden ser: el lugar, la sesión de fotos, los invitados, etc. Debido a la cancelación o aplazamiento de los eventos nupciales, las partes que han salido perjudicadas han sido muchas.
Aunque muchas parejas han optado por cancelar el enlace, la mayoría de ellas han preferido tan solo posponerlo. Durante el periodo que va desde marzo hasta abril tienen lugar un 10 % de las ceremonias matrimoniales del año completo, lo cual equivale a unas 16 000 bodas afectadas por la crisis del coronavirus.
Ante tales hechos, ese 10 % se juntaría con las bodas planeadas para el mes de septiembre. Las tiendas nupciales también se han visto afectadas, aunque a pesar de ello han sabido sacarle partido a la pandemia produciendo mascarillas.

¿Y qué ocurre con los fotógrafos?
El sector de la fotografía dedicado a los eventos familiares ha sido uno de los más afectados. Su actividad se ha vuelto casi nula y los ingresos inexistentes.
Sus profesionales, en especial la fotógrafa Marga Martí de Barcelona, confían en recuperar para 2021 todas las ceremonias que han sido aplazadas y celebrar las nuevas. Marga Martí cree que para el año que viene las agendas podrían estar llenas de bodas que han sido pospuestas por razones obvias.
Tienen miedo e incertidumbre por los posibles rebrotes y su futuro en este sector tiene la puerta de par en par. Están tratando de reinventarse haciendo uso de nuevas líneas de negocio relacionadas con los efectos causados por la pandemia.
Su idea es captar e inmortalizar los reencuentros familiares derivados del confinamiento de tantísimas personas. También aprovechan otros momentos como el proceso de un embarazo o la venta de una casa. Estas son algunas de las opciones que les quedan tras la cancelación o retraso de las bodas.
Los fotógrafos y fotógrafas de nuestro país han tenido que ideárselas muy bien para seguir viviendo de su profesión. No está siendo fácil para nadie, por eso hay que ayudarse entre todos para poder sacar hacia delante de este gran bache en que nos ha sumido la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
En definitiva, el coronavirus ha golpeado muy fuerte en el sector nupcial. Al tener que cancelarse o posponerse las ceremonias matrimoniales, los fotógrafos han entrado en crisis y han tenido que innovar para poder mantenerse económicamente, pues su actividad ha caído casi al 100 %. A pesar de ello, no pierden las esperanzas y creen que para 2021 la situación va a mejorar y podrán remontar con más fuerza.