El arzobispo bendice el retablo de Consolación tras una histórica eucaristía ante el santuario de la patrona de Utrera

El arzobispo bendice el retablo de Consolación tras una histórica eucaristía ante el santuario de la patrona de Utrera

Ante medio centenar de personas aproximadamente –y con la entrada prohibida a los medios de comunicación-, este domingo se ha vivido uno momento especialmente esperado: la bendición del retablo mayor del santuario de Consolación, tras más de un año de trabajos de restauración. Ha sido al finalizar una eucaristía histórica, celebrada en la explanada que antecede a dicho templo.

En cualquier caso, no será hasta el 26 de julio cuando los fieles podrán contemplar esta joya artística. Hasta entonces seguirán los trabajos de desmontaje del andamio y de limpieza de la iglesia, por lo que la Virgen de Consolación continuará presidiendo el atrio de entrada al recinto sagrado. En dicha jornada se celebrará una nueva eucaristía en la que la patrona de Utrera ya estará ocupando su camarín.

El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ha sido el encargado de presidir una misa de acción de gracias en la que ha puesto en valor la importancia de este retablo, de la que ha dicho que «es orgullo de Utrera». En su homilía, el prelado dio gracias en nombre de la Archidiócesis a todas las personas e instituciones que han hecho posible que este proyecto pueda desarrollarse. Así, mostró su gratitud al alcalde y a la corporación municipal, por la aportación de 500.000 euros por parte del Ayuntamiento, ya que «sin esta cantidad es evidente que la restauración no se podría haber llevado a cabo». Por su parte, la Iglesia, a través de la parroquia de Santa María de la Mesa –de la que depende el santuario- aporta otros 200.000 euros, por lo que dedicó palabras de afecto al párroco y rector del templo, Joaquín Reina, porque «seguro que sin su ilusión, su entusiasmo, su implicación y su esfuerzo esta obra habría sido imposible». También elogió la labor de la empresa Ágora Restauraciones, que se ha encargado de acometer dicha actuación, como ya hiciera previamente, por ejemplo, con el retablo mayor de la catedral de Sevilla.

Por otro lado, Asenjo habló de la devoción a la Virgen, como «madre y medianera». De igual modo, dedicó parte de su intervención a recordar a las víctimas de la pandemia de coronavirus y a quienes se están viendo afectados por la crisis derivada de dicha situación. Como recuerdo de esta visita, el arzobispo se llevó de regalo unos gemelos con el característico barquito de la patrona utrerana.

También Joaquín Reina quiso tener unas palabras ante el auditorio que se dio cita en Consolación. A modo de acción de gracias, también recordó a cuantas personas e instituciones han puesto de su parte para hacer posible la intervención. «Han sido varios años de trabajo, esfuerzo, muchas ganas, tesón, constancia y no menos dificultades», recordó el presbítero utrerano.

La plegaria a la Virgen de Consolación, en la voz del utrerano Enrique Montoya «Candela» puso el momento de mayor carga emotiva de una mañana en la que repicaron las campanas y pudo escucharse al coro parroquial en una celebración con decenas de asistentes. Entre ellos estuvieron el delegado del gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez; el diputado del Parlamento de Andalucía, Javier Fernández; el alcalde, José María Villalobos; el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Roberto Jiménez Corpas; el presidente de Caja Rural de Utrera, Antonio Cerdera del Castillo; y los hermanos mayores de las hermandades de la Virgen de Consolación y de los Muchachos de Consolación, Rafael Rojas y José Luis Rioja, respectivamente. A ellos se unieron miembros de la corporación municipal, de las comunidades religiosas, sacerdotes, representantes de las hermandades utreranas y otros colectivos civiles y religiosos del municipio. Todo lo vivido pudo contemplarse en una pantalla gigante instalada junto a la puerta del templo.

Entre 1703 y 1713 se levantó el retablo que cobija a la Virgen de Consolación, una obra colosal de 15,5 metros de alto y 12 de ancho. Esta magnífica pieza estaba en unas condiciones lamentables, con peligro de desprendimientos, por lo que la actuación ha permitido devolverla a la vida.

A partir del siglo XIX, el retablo comenzó a sufrir numerosas agresiones externas, entre las que destacan la entrada de agua y humedad en el santuario, provocando que su estado fuera alarmante. A todas las agresiones externas que en los diferentes avatares históricos ha tenido que soportar el retablo, se une el daño que le han hecho en los siglos XIX y XX distintas reparaciones realizadas por manos no precisamente expertas.

Los trabajos de restauración comenzaron con la instalación de un gran andamio delante del retablo, la toma de muestras para el análisis de biodeterioro, la recogida de datos y la documentación gráfica. Con posterioridad se iniciaron las tareas propias de restauración, con la limpieza de polvo y de la suciedad acumulada, la fijación del dorado y de la policromía, la eliminación de los repintes, la extracción de añadidos contemporáneos, y la limpieza físico-química.

El trabajo que se ha llevado a cabo se ha extendido a todo el presbiterio, incluyendo la restauración de dos lienzos y de la cubierta. Además, también se ha contemplado un estudio de la iluminación del propio retablo.

 

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Redacción de Utreradigital.com

Un comentario en “El arzobispo bendice el retablo de Consolación tras una histórica eucaristía ante el santuario de la patrona de Utrera

  1. Juan dice:

    Y venga santos y curas y misas con la que esta callendo ya os vale. Cientos arrejuntados pasando el virus y lo que no es el virus

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