
La crisis del coronavirus no solo es de carácter sanitario. También la economía se está viendo afectada de manera importante, por lo que las distintas administraciones están trabajando en medidas que palien las consecuencias para ciudadanos y comercios. En este sentido, el Ayuntamiento de Utrera dispondrá de un plan de 3,3 millones de euros y numerosas bonificaciones fiscales.
Lo ha anunciado el alcalde, José María Villalobos, quien ha explicado que dicho plan alcanzará los 3.340.000 euros. Según ha señalado, «hemos reservado esa cuantía del presupuesto municipal de 2020 para poner en marcha un plan de reactivación de la economía una vez se levante el decreto del estado de alarma». El detalle de estas medidas se irá diseñando y conociendo «una vez que sepamos las distintas decisiones que tienen que seguir tomando la Junta de Andalucía, el Gobierno de la Nación y la Unión Europea».
No obstante, el regidor utrerano ha adelantado que «vamos a incluir planes de empleo y numerosas ayudas para las personas que peor lo están pasando en esta crisis tan inesperada». Esos más de 3,3 millones provienen de la reducción de las partidas de gasto corriente que no afecta a los servicios básicos; del 20% de las subvenciones nominativas -excepto aquellas que tienen un fin de emergencia social o un gasto comprometido- y de un 30% de las subvenciones de concurrencia competitiva; y de una serie de inversiones que se ejecutarán más adelante.
En cuanto al superávit de las cuentas municipales, el alcalde ha indicado que «podríamos sumar también fondos provenientes de la liquidación del presupuesto 2019», en el caso de que el Gobierno de España permita usar dichos fondos.
Por otro lado, Villalobos ha hablado de las bonificaciones fiscales previstas por el Ayuntamiento. En este sentido, ha transmitido su intención de alcanzar el mayor número de beneficiarios posibles y durante el mayor tiempo posible porque, «si bien es verdad que hay negocios que no han cerrado, muchos han visto reducida su actividad al mínimo». Por eso, el Consistorio «va a intentar actuar hasta donde pueda, hasta el máximo, tanto en la tipología de actividades económicas como en el horizonte temporal».
Asimismo, además de bonificaciones fiscales, «vamos a aprobar un aplazamiento sin intereses del pago de los tributos en el máximo tiempo posible, pues esta medida equivale a inyectar liquidez, algo necesario para los negocios en este momento». De esta manera, el alcalde ha decidido suspender a los autónomos y comercios minoristas, durante todo el período de vigencia de la cuarentena, la liquidación de las tasas por el servicio de recogida de basuras, y por la ocupación de terrenos de uso público con quioscos, puestos del mercadillo y veladores. También ha decidido conceder una moratoria del máximo tiempo posible de los plazos recaudatorios. Estas bonificaciones serán prorrogadas hasta final de año por trimestres sucesivos.
Por último, José María Villalobos ha ordenado ampliar estas medidas «todo lo posible y a todos los colectivos afectados, siempre que lo permitan las normativas correspondientes».
En palabras del regidor local, «ambas medidas van encaminadas, por una parte, a proteger a los trabajadores, las familias y los colectivos vulnerables; y, por otra, apoyar la continuidad en la actividad productiva y el mantenimiento del empleo».