
La asociación de mujeres de Los Molares, ante la falta de mascarillas en muchos establecimientos públicos, ha decidido poner su granito de arena haciendo mascarillas «caseras». Esta iniciativa surge debido a la necesidad de mascarillas que tenían en una fábrica de cosmética sevillana en la que trabaja un familiar de Rocío Pérez López, presidenta de esta entidad. Por ello, estas mujeres de «alma solidaria» se pusieron manos a la obra.
Comenzaron investigando el material que debían utilizar, lo que podía servir y lo que no, y se dieron cuenta de que el algodón era el material que necesitaban. «Una de las 90 mujeres que conformamos la asociación tiene una mercería y ella, junto con muchas otras, nos facilitaron la tela y elásticos para hacer las mascarillas», confiesa Rocío. Una vez que obtuvieron el material, buscaron por Internet el modo de hacerlas y una de ellas se dispuso a hacer una prueba mientras se grababa. Este vídeo lo envió al grupo de WhatsApp que tienen en común y, desde entonces, cada una se puso a trabajar desde su casa.
Desde la asociación aseguran que hacen estas mascarillas con «mucho cuidado y amor». Por ello, antes de proceder a la elaboración de estas, lavan la tela en la lavadora a temperatura muy alta. Seguidamente, para garantizar su efectividad, ponen el algodón doble y las planchan también a temperaturas muy altas. «Ponemos un trapo debajo de la mascarilla para que no roce la mesa de la plancha y nunca las tocamos sin guantes», explica. Finalmente, las separan y las depositan en paquetes individuales.
En cuanto a su efectividad, no se sabe con completa seguridad si son o no efectivas. Pero lo que afirma la presidenta de esta asociación es que aquellas personas que las están recibiendo se lo agradecen «muchísimo porque pasan de no tener nada a al menos tener una mascarilla».
Estas, que un principio iban destinadas a la fábrica de cosmética, han acabado también en centros sanitarios como el sevillano hospital Virgen del Rocío, también las llevas al de San Jerónimo y llegan igualmente a manos de distintos ciudadanos de a pie que las necesitan para sus traslados.
Actualmente continúan con esta labor solidaria. Concretamente hay unas 22 mujeres pisando el pedal de sus máquinas de coser a diario. Han realizado unas 200 mascarillas aproximadamente, de las cuales un centenar viajaron este viernes hasta la fábrica de cosmética. Pero, a pesar de la cantidad que llevan realizadas, pretenden hacer muchas más. «Mientras tengamos telas y elásticos seguiremos haciendo. Todo lo que esté en nuestras manos lo haremos», asegura.