
Las calles de Utrera se llenarán este jueves de más de un millar de escolares, con motivo de la tercera marcha solidaria a beneficio de la fundación Vicente Ferrer. Se enmarca en los actos programados con motivo del Día Escolar de la No Violencia y la Paz que se conmemora cada 30 de enero.
El Ayuntamiento impulsa una iniciativa que hace posible, gracias a la solidaridad de los escolares utreranos, que ya hayan podido construirse dos escuelas en Anantapur. La actividad está destinada a los alumnos de tercer ciclo de Educación Primaria, y cada niño aportará voluntariamente un euro, que supone el valor simbólico del dorsal para la carrera.
La marcha partirá de la plaza de Gibaxa a las 10.00 horas, para iniciar un recorrido por el centro de Utrera hasta llegar, sobre las 11.30 horas, a la glorieta Pío XII. El alcalde recibirá a los participantes a las puertas del ayuntamiento y cada colegio irá acompañado de un concejal que realizará con ellos toda la marcha. Durante el recorrido, los alumnos portarán unos rangolis –unas piezas decorativas típicas de India- hechos por ellos mismos en sus colegios, globos y mensajes que versarán sobre la paz y los derechos humanos. Al llegar a Pío XII se realizará un rangoli gigante y colorarán los globos en las vallas y bancos de la plaza. Los rangolis se suelen dibujar en el suelo en lugares como patios, colegios, salas de estar y edificios de todo tipo, como elemento decorativo y para que atraigan la buena suerte y expulsen las energías negativas.
«Este año hemos batido récord de asistencia, con más de 1.000 niños marchando por la paz, procedentes todos los colegios de Primaria de Utrera, de las pedanías, el aula específica del instituto José María Infantes y el centro de Educación Especial Maruja de Quinta», ha destacado la Edil de Educación, Violeta Fernández. Asimismo, «las empresas El Cohete Amarillo y Artes Gráficas Moreno también colaboran desinteresadamente en este proyecto».
Esta actividad se incluye dentro de la programación de la guía socieducativa que el Consistorio ofrece a los centros educativos. El principal objetivo es conmemorar el Día Internacional de la Paz y la No Violencia concienciando a la comunidad educativa, y a la población en general, de que el mayor acto de violencia es la desigualdad de derechos. Con esta actividad se pretende sensibilizar al alumnado sobre la importancia de vivir en armonía con los demás ciudadanos potenciando el respeto mutuo. «Desde el Ayuntamiento creemos que es vital que los niños de Utrera conozcan los derechos humanos fundamentales y no hay mejor manera que acercarlos a diferentes culturas, como la hindú, para que puedan visualizar la fuerza que tiene la unión de todos para conseguir el respeto de derechos fundamentales», ha señalado Fernández. En este sentido, «la mejor manera de que los niños entiendan que ninguna buena acción se pierde, porque siempre quedará en algún lugar, es haciéndolos partícipes de algo tan importante como la construcción de una escuela en la India».
Los centros que participen en esta actividad recibirán material didáctico aportado por la concejalía de Educación y por la fundación Vicente Ferrer, para que puedan trabajar en clase contenidos relacionados con el desarrollo de la empatía, el respeto por las costumbres y modos de vida distintos a los nuestros buscando crear una buena convivencia social. Los niños participarán en talleres y actividades prácticas sobre las tradiciones más representativas de la cultura hindú, como la realización de los rangolis que llevarán durante la marcha.
El 30 de enero se celebra el día de la Paz y la no violencia en conmemoración del asesinato de Mahatma Gandhi (India, 1869-1948), un líder pacifista hindú que defendió y promovió la no violencia y la resistencia pacífica frente a la injusticia y que fue asesinado por defender estas ideas. En palabras de alcalde, José María Villalobos, «tenemos la obligación de promover una educación inspirada en la cultura de no violencia y paz porque eso permite a los niños adquirir conocimientos, actitudes y competencias que refuercen su desarrollo como ciudadanos globales críticos y comprometidos con sus derechos y los de otras personas».
El acceso a la educación es la base fundamental para el progreso y el desarrollo de una comunidad, pero desgraciadamente una gran proporción de la población mundial no tiene la posibilidad de realizarlo. En Andhra Pradesh (India), la fundación Vicente Ferrer trabaja con comunidades rurales socialmente discriminadas y excluidas por el sistema de castas hindú, cuyos niños disponen de unas condiciones de vida menos favorables para el estudio que los de otras castas superiores, lo que les provoca problemas de adaptación al sistema educativo y el subsiguiente fracaso escolar.
Para estos niños, disponer de una escuela complementaria en su aldea supone poder recibir el apoyo necesario para poder seguir sus estudios en las escuelas gubernamentales, fomentando así su integración social. Significa poder acceder en igualdad de oportunidades a la educación y, en definitiva, la oportunidad de un futuro mejor