Utrera despide una Feria de Consolación «muy tranquila»

La Feria de Consolación de 2019 ya es historia. En la medianoche de este domingo, como es tradicional, el cielo de Utrera se iluminó con el espectáculo de fuegos artificiales que sirve de broche a unas jornadas de especial intensidad en el municipio.

Las de este año han sido unas fiestas patronales «muy tranquilas». Así lo ha señalado el concejal de Seguridad Ciudadana, Antonio Villalba, en un primer balance tras finalizar la feria. A pesar de la magnitud del evento, «no hay que reseñar ningún tipo de incidente destacado, más allá de los que suelen registrarse en una celebración de esta envergadura». El suceso más destacado fue la parada cardíaca que sufrió un utrerano en la noche del miércoles, aunque afortunadamente se logró salvar su vida gracias a la presencia de desfibriladores. De hecho, esta situación llevó a reubicar estos dispositivos por todo el recinto para poder actuar de la manera más rápida posible y hacer de la Utrera una feria cardioprotegida.

La puesta en marcha de un servicio especial de autobuses urbanos, que conectó el Real con el resto de la ciudad de una forma cómoda y rápida, ha tenido una «magnífica acogida» por parte de los ciudadanos. A falta de datos definitivos, han sido miles las personas que han elegido este medio de transporte durante estas jornadas.

Por otro lado, Villalba ha querido también poner en valor el funcionamiento del dispositivo de limpieza, así como el conjunto del Plan Farolillo, «que ha funcionado muy bien». Y todo ello en una ciudad que ha visto incrementar el número de peregrinos que caminan cada año hasta el santuario de Consolación, al coincidir la fiesta de la patrona de Utrera con el fin de semana.

Ahora que el silencio se adueña del recinto ferial, y con el desmontaje marcando el devenir de estos días en esas calles, muchos utreranos ya piensan en la edición de 2020 para volver a disfrutar de unos días de fiesta en honor a «la del barquito en la mano».