
La restauración del retablo mayor del santuario de Consolación cada vez está más cerca. Tanto es así que el rector del templo, Joaquín Reina, ha anunciado que los primeros trabajos comenzarán «después de la feria».
En concreto, la primera fase contempla una serie de obras necesarias en la cabecera de esta iglesia para solventar los problemas de fijación y buena conservación del retablo. En concreto, se refiere a los asentamientos de los muros en la zona próxima al altar mayor, que están provocando grietas y fisuras visibles en parte de la escalera que da acceso al camarín de la patrona.
Tras esta intervención se iniciaría la restauración del retablo, fijando los elementos del altar de una forma más satisfactoria. A partir de entonces se dará comienzo a la tarea más complicada, dirigida a la recuperación de los elementos decorativos, así como a la limpieza de las capas policromadas, ya que las diferentes restauraciones a las que ha sido sometida esta pieza artística en los siglos XIX y XX acabaron por eliminar la viveza de las decoraciones propias del estilo.
La intención es que todos los trabajos puedan estar concluidos antes de las fiestas patronales de 2019. En cualquier caso, según ha adelantado Reina, la intención es que la Virgen de Consolación siga presidiendo el templo durante las obras. Para ello, se situará en su paso procesional, que quedará colocado en el altar del santuario. De fondo estará una gran lona donde se reproducirá el retablo, para que la estética no se vea afectada durante los trabajos.
Todos estos detalles se han conocido durante la firma del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y el Arzobispado de Sevilla. Como representantes de ambas instituciones rubricaron el alcalde, José María Villalobos (PSOE); y propio el rector del santuario.
Según recordó el primer edil utrerano, durante el tiempo que dure la restauración, está prevista la realización de visitas para contemplar de cerca esta obra de arte, en un circuito establecido en el propio andamiaje que se instale.
En el mes de octubre del año pasado, durante la visita del consejero de Cultura a este templo para entregar el proyecto de conservación redactado por el Instituto Andaluz de Patrimonio (IAPH), el regidor utrerano anunció que el Consistorio iba a apostar de forma decdida por la restauración del retablo, de forma conjunta con el Arzobispado.
Así, las conversaciones durante estos meses han sido constantes entre las partes implicadas y ahora se han reflejado en el convenio de colaboración en torno a una de las joyas barrocas más importantes de Andalucía, que destaca por sus grandes dimensiones (15,5 metros de alto y 12 metros de ancho).
Este convenio es la hoja de ruta a seguir para su restauración y valora la actuación en 700.000 euros. Para afrontar dicha cantidad, se ha previsto para esta anualidad una primera inversión de 300.000 euros, que serán sufragados a partes iguales por el Ayuntamiento de Utrera y el Arzobispado. Ambas instituciones manifiestan «la voluntad de promover la realización de actuaciones conjuntas coordinadas, a fin de lograr una mayor y más razonable utilización de este recurso cultural y de las infraestructuras».
Así, el convenio explica que ambas partes coinciden en “que el patrimonio monumental de la ciudad forma parte de nuestra identidad como pueblo y, como legado cultural, genera una responsabilidad en las generaciones actuales de mantenerlo, mejorarlo y conservarlo, en aras de garantizar su conocimiento y disfrute por las generaciones actuales y venideras”.
Entre las obligaciones que asume la Iglesia se encuentra el encargo de la redacción de un proyecto técnico de ejecución de las actuaciones que propone el IAPH y la contratación de todas las obras. Asimismo, recoge que se establecerá un régimen de visitas y se dispondrá el santuario para la realización de actividades culturales como exposiciones, música o investigación científica.
El alcalde quiso poner en valor su «responsabilidad como alcalde», a la hora de «dejar el patrimonio en mejor estado, y el Ayuntamiento tiene que estar presente en un proyecto como éste en Consolación, que es un símbolo de la ciudad y el corazón de nuestro municipio». Por su parte, Joaquín Reina recordó que «ahora nos queda mucho trabajo para conseguir el resto del dinero y poder culminar esta obra, para lo que será necesaria la colaboración de entidades, utreranos y devotos de la Virgen».