
Una de las citas tradicionales que cada primavera llega al calendario en Utrera es el certamen de cruces de mayo que organiza el grupo joven de la hermandad de los Estudiantes. Esta actividad, con 36 años de vida, inunda las calles de la ciudad con los tradicionales «pasitos».
En esta ocasión han sido 25 los inscritos, que salieron desde el patio de San Diego, del colegio salesiano «Nuestra Señora del Carmen». Unipersonales o con una cuadrilla de costaleros, fueron portados junto a los familiares de los pequeños protagonistas, que formaron también parte de este peculiar cortejo.
Con exornos de diverso tipo, llenaron de color el recorrido por el que discurrieron, teniendo como punto álgido el tránsito por el Niño Perdido. En este histórico enclave, los chavales se lucieron especialmente, acompañados en muchos casos con el sonido de las marchas procesionales que salieron desde los reproductores tecnológicos.
Y, junto a los «pasitos», fue posible ver niñas ataviadas con mantillas, romanos,… y hasta guardias civiles con tricornio. Todos ellos forman parte de la cantera que, un año más, da muestras del futuro cofrade de Utrera.