
Los problemas que genera el polvo que levanta el albero en las calles del recinto ferial se convierten en uno de los protagonistas en cada edición de la Feria de Consolación. También este año se ha hablado mucho sobre este asunto, ante las molestias que ha generado entre las personas que se movían por dicha zona.
La concejala de Festejos, María del Carmen Cabra (PSOE), ha reconocido que se trata de un asunto «pendiente desde hace años». Según ha señalado, «la parte central de las calles estaba bien, pero quizás haya faltado otro tipo de riego en los acerados. Sin embargo, es algo complicado porque hay gente y no se puede regar cuando es precisamente en ese momento cuando se necesita hacerlo».
Cabra ha comentado que este año «se ha levantado la tierra con más tiempo, y se ha estado arando desde junio, pero da miedo arar mucho porque, además del saneamiento que existe en el terreno, no se ha hecho nunca y puede provocar más daño que arreglo». En esta edición, «se ha cambado la medida del arado de las calles y la cantidad del albero que se ha echado».
Así las cosas, el Ayuntamiento está estudiando la pavimentación de más zonas del recinto ferial, con la intención de evitar que la polvareda sea tan molesta, como podría ser el caso de la calle Bulería, que actualmente se mantiene exclusivamente con albero. Se sumarían, de esta forma, a las calles Toná, Soleá y Fandango, que el anterior gobierno local adoquinó y asfaltó para mejorar las condiciones del Real. La responsable municipal de Festejos ha adelantado que «se va a intentar cambiar el pavimento de algunas calles, porque quizás sea la solución definitiva».