
Se ultiman los detalles en el recinto ferial para que, cuando el reloj marque las 12 de la noche de este miércoles, comiencen oficialmente las fiestas en honor a la patrona de Utrera. Llegará entonces el momento en el que se encenderá la iluminación de las calles del Real, que este año es menor que en ediciones anteriores.
Una de las novedades más llamativas llega al comprobar cómo los tradicionales pórticos venecianos que alumbraban las tres principales calles del recinto han desaparecido en dos de ellas. En concreto, las calles Toná y Soleá han perdido estos arcos y cuentan en este 2017 con el mismo tipo de iluminación que puede verse en otras zonas, que incorpora menos puntos de luz de lo habitual.
Por otro lado, con un simple paseo por el recinto ferial, salta también a la vista la reducción que ha sufrido la iluminación de otras calles, al desaparecer, por ejemplo, algunas guirnaldas de bombillas con farolillos en las aceras.
La empresa Iluminaciones Ximénez se ha encargado del montaje de todo lo referente al alumbrado, que esta medianoche centrará especialmente las miradas en la portada efímera instalada en la calle Toná, junto al paseo de Consolación. El alcalde de Utrera procederá entonces a encender estas luces para, de manera oficial, comenzar la Feria de Consolación. En cualquier caso, ni desde la concejalía de Festejos ni la propia empresa han ofrecido este año datos concretos sobre la iluminación.
Este año son 89 casetas las que pueblan el recinto, junto a los chiringuitos, atracciones y demás elementos que conforman un evento de esta magnitud. En todos los rincones del Real se vivirá con intensidad los cuatro días y cinco noches que integran unas fiestas que están declaradas de interés turístico. Y todo ello hasta que, cuando falten 15 minutos para finalizar el domingo 10, los fuegos artificiales pongan el cierre a la feria en honor a la patrona de la ciudad, que este año estarán a cargo de la empresa Blanca Paloma.