
El conocido como Corpus Chico ha cerrado un año más el ciclo de procesiones eucarísticas en Utrera. La parroquia de Santiago el Mayor se vistió de gala para este acto religioso que contó con la presencia de los tres pasos tradicionales: el Niño Jesús, la Virgen el Socorro y la custodia con el Santísimo.
El sonido de las campanas de este templo se mezcló con los compases de la banda de cornetas y tambores «Pasión y Esperanza», que abrió el cortejo; y la Asociación Musical Utrerana, que caminó tras el último de los pasos. Organizado por la hermandad sacramental del Silencio, en este desfile procesional también participaron las otras hermandades de la parroquia (Trinidad, Gitanos y asociación de fieles de la Virgen del Socorro), la de los Muchachos de Consolación, el grupo de adoración nocturna y el Consejo Local de Hermandades y Cofradías, así como el párroco de este templo, junto a los dos diáconos permanentes y los dos jóvenes utreranos ordenados presbíteros este fin de semana. Las Madres Carmelitas tampoco quisieron perderse este acto, contemplando desde su celosía el caminar del cortejo, al tiempo que dejaron caer los pétalos sobre el paso de la custodia.
Diversos altares salpicaron el itinerario por el que transitó la procesión, con calles como Alcalde Fernández Heredia, Ramón y Cajal, y Sevilla. Tras dos horas de recorrido, culminaba esta convocatoria con la que se pone fin al junio eucarístico que Utrera consagra al Santísimo.