
Con la polémica provocada en el último pleno municipal, el alcalde utrerano, José María Villalobos (PSOE), ha demostrado una vez más el incumplimiento por su parte del reglamento orgánico y de la transparencia del Ayuntamiento de Utrera, que aprobó su propio gobierno (PSOE-IU). Ocurrió al interrumpir insistentemente e incluso retirar la palabra a la persona que había recurrido al «escaño ciudadano», a pesar de la normativa que regula esta herramienta.
El artículo 79 del citado documento, en su punto número 6, recoge que cuando un utrerano haga uso de dicho «escaño ciudadano» dispondrá «de tres minutos para exponer su cuestión ante el plenario». Sin embargo, Bernardo Piña, que era la persona que intentaba plantear su pregunta, tuvo que soportar las interrupciones de Villalobos, que le impedía usar el tiempo que establece el reglamento para poder contextualizar y expresar la pregunta que él intentaba plantear.
Que la formulación literal de una pregunta se prolongue a lo largo de tres minutos es algo bastante improbable. Por este motivo, el reglamento de funcionamiento del «escaño ciudadano» hace referencia a «exponer» la cuestión que cada persona quiera realizar. Por ello, Piña empezó a introducir el asunto sobre el que quería hablar, hasta que fue obligado por el alcalde a realizar directamente la pregunta, sin más rodeos. Sin embargo, a pesar de que terminó acatando la orden de Villalobos, éste aseguró que ésa no era la pregunta y ordenó retirarle la palabra. Lo llamativo de la historia llegaba de boca del portavoz del gobierno, Francisco Campanario (PSOE), cuando se formuló a sí mismo la cuestión que había registrado el ciudadano, y que terminó siendo precisamente la misma que Bernardo Piña había intentado exponer.
Cuando el concejal socialista comenzó a ofrecer la respuesta que llevaba preparada, el ciudadano decidió marcharse del salón de plenos al considerar que el gobierno local estaba «tomándole el pelo» con el argumento que estaba ofreciendo.
Se da la circunstancia de que el utrerano que desee hacer uso del «escaño ciudadano» debe registrar su pregunta por escrito, con un mínimo de cinco días hábiles de antelación, a través del Servicio de Atención al Ciudadano (SAC) o bien mediante la sede electrónica en la página web municipal. Solamente dispone de tres minutos para exponer su cuestión en la sesión plenaria, sin ni siquiera contar con la posibilidad de un turno de réplica, por lo que con la respuesta del gobierno se termina la intervención. Además, el propio gobierno no está obligado a contestar en el pleno, pudiendo hacerlo por escrito en los diez días posteriores.
El «escaño ciudadano» es una herramienta que se ha puesto en marcha para dar la opción a los utreranos de poder participar en el pleno municipal mediante la realización de ruegos y preguntas. Fue una iniciativa que promovió UPyD en el anterior mandato, y que en el último año ha llevado tan solo a cuatro personas a hacer uso de esta herramienta. Ante lo sucedido en la última sesión plenaria, el propio Bernardo Piña, que acudía como presidente de la asociación vecinal de La Coduva, ya ha decidido que no va a volver a acudir a tomar la palabra al pleno, porque Villalobos emplea el «escaño ciudadano» para «humillar a los vecinos de Utrera y no querer escuchar sus quejas, sino sólo sus halagos». En su lugar, mostrará dichas quejas a través de las redes sociales, «único medio que las dictaduras no pueden acallar».
Esto no es más que Dictadura/PSOE .
Este comportamiento deja mucho que desear. Que un alcalde le niegue a un ciudadano el derecho que le asiste de usar la palabra ante el pleno constata su incapacidad. El sectarismo, de nuevo, le ha jugado una mala pasada. Incumplir las normas que el propio Ayuntamiento establece para el uso del «Escaño Ciudadano» tal vez sea un exponente de su precaria formación política, pero humillar a un ciudadano delante de las cámaras constata su precaria formación humana. Por encima de la política están las personas y el ha perdido una extraordinaria ocasión para demostrarlo.
Y yo pregunto, ¿ante esta situación el secretario del ayuntamiento juan borrego no dice nada? Si se está incumpliendo una norma aunque sea el alcalde quien la incumple, el secretario del ayuntamiento debe advertirlo y no permitir eso durante un pleno. Vaya secretario