
En febrero de 2004, la Agencia Tributaria estrenaba su nueva sede en Utrera, abandonaba así su tradicional edificio en la plaza Enrique de la Cuadra, para instalarse en la avenida San Juan Bosco. El traslado en su día se anunciaba como algo provisional, ya que la idea era que en cuatro o cinco años como mucho, la sede de Hacienda contara con un edificio propio en la zona de la Cuesta del Merendero. Han pasado los años y este organismo no se ha movido de sitio, ni se va a mover en los próximos tiempos, ya que el pleno municipal ha aprobado por unanimidad la recuperación de la parcela que en su día se cedió para la construcción de la nueva sede de Hacienda.
El terreno en cuestión se encuentra junto a la zona de la Cuesta del Merendero, en el denominado sector SUP-4, y cuenta con 3.000 metros cuadrados de extensión. Después de varios años de incertidumbre, en los que nunca más se supo acerca del traslado de la oficina, el pasado 23 de junio de 2015 era la propia Agencia Tributaria la que comunicaba al Ayuntamiento de Utrera su decisión de no poner en marcha la construcción de una nueva sede, por lo que ahora el propio Consistorio ha sido el que ha aceptado esta renuncia, recuperando la parcela en cuestión, para «usarla en los términos que resulte conveniente», según ha explicado el concejal de Urbanismo, Víctor Sánchez (PSOE). Por el momento no se han ofrecido más detalles relativos al futuro uso que podría tener la citada parcela, que ha pasado de nuevo a manos del Ayuntamiento.
El local en el que en la actualidad se encuentra la sede de Hacienda de Utrera es de alquiler, que se ocupó para este uso, de manera en principio provisional, después de dejar el histórico inmueble de la plaza Enrique de la Cuadra, al no cumplir ya con las condiciones de accesibilidad y habitabilidad que requiere este servicio. Un inmueble que entonces comenzó a convertirse en la futura sede del museo de la ciudad, un proyecto que por el momento sigue sin concretarse y que ha atravesado por todo tipo de vicisitudes.
Con el inicio del siglo XXI, en Utrera una ola de optimismo recorría la localidad, aupada inevitablemente en el aumento exponencial de ingresos provenientes del mundo de la construcción. El casco urbano comenzó a crecer y a incorporar nuevas barriadas como Vistalegre, los Ruedos de Consolación y la propia Cuesta del Merendero. Eran tiempos en los que se anunciaron grandes proyectos para mejorar los servicios en la localidad, entre los que destacaba la nueva sede de la Agencia Tributaria. Pero este impulso, con la llegada de la crisis, poco a poco se ha ido agotando hasta extinguirse definitivamente.