
El día 24 de cada mes tiene un sonido propio en muchos rincones del planeta. Los compases del popular «Rendidos a tus plantas» inundan templos y colegios en los que la devoción a María Auxiliadora se hace presente. Pero lo que muchas personas quizás no sepan es que este canto universal tiene sus raíces en Utrera y está dedicado a la imagen que preside la iglesia Nuestra Señora del Carmen.
Desde que en 1881 desembarcaran los Salesianos en este municipio para fundar la primera Casa de dicha congregación religiosa en todo el país, la devoción a la Virgen de Don Bosco se hizo muy presente. Sería cuatro años más tarde cuando empezó a rendirse culto a la imagen de María Auxiliadora que aún hoy se venera, siendo ésta igualmente la primera talla que llegó a un colegio salesiano en España.
Desde la ciudad francesa de Marsella viajó la imagen hasta Utrera. El propio San Juan Bosco, como siempre se ha contado, estuvo detrás del encargo de la misma para su primera comunidad española, habiendo sido incluso coronada canónicamente en 1981, coincidiendo con el primer centenario de la presencia salesiana en la localidad utrerana.
Esta talla de la que hablamos es la protagonista del archiconocido «Rendidos a tus plantas». Hacer un repaso por los versos de sus tres estrofas basta para comprobar que Utrera está detrás de esa letra. Entre los años 1911 y 1917, Salvador Rosés se encontró al frente del colegio utrerano. Este catalán, nacido en el municipio barcelonés de Rubí, fue director del centro educativo por aquel entonces. Y, también en esa época, dedicó a María Auxiliadora una composición que ha logrado traspasar todas las fronteras.
Nada menos que 23 años seguidos estuvo en Utrera este salesiano, conocido cariñosamente por todos como «el maestro». Sus dotes como poeta, músico, pintor y literato le valieron este apodo con el que siempre sería recordado. Como señala el libro «Los Salesianos de Utrera en España», durante su gobierno el colegio adquirió un prestigio científico-pedagógico que lo hacía sobresalir entre los mejores de toda la nación. Precisamente por ello el entonces subsecretario de Educación Nacional le impuso la encomienda de Alfonso X el Sabio, y el Ayuntamiento de Utrera lo nombró Hijo Adoptivo.
Una melodía cinematográfica italiana de aquella época sirvió de guía a la composición del «Rendidos a tus plantas», como indica Juan Manuel Espinosa, un salesiano gran conocedor de la historia de la congregación, y que reside desde hace años en el colegio utrerano. Sobre esta música escribió Rosés unas letras que hacían claras referencias a Utrera. Así, en la tercera estrofa puede escucharse «En las horas de lucha sé mi consuelo, y al dejar esta vida llévame al cielo», en referencia a la Virgen de Consolación, patrona de la ciudad. Mientras, a mitad del canto puede leerse «De este mar tempestuoso, fúlgida estrella, cada vez que te miro eres más bella», realizando un guiño a la Virgen del Carmen, titular de la iglesia salesiana de esta ciudad donde se encuentra precisamente la imagen de María Auxiliadora.
La importancia e influencia que el colegio de Utrera tenía a comienzos del siglo XX se encargó de hacer llevar el «Rendidos a tus plantas» a numerosos países y multitud de poblaciones. España y Latinoamérica son, especialmente, los lugares en los que más arraigada se encuentra la tradición de interpretar este canto ante María Auxiliadora.