La dimisión a medias de Carlos Guirao ha despertado las críticas de un grupo de militantes, simpatizantes y votantes de Izquierda Unida (IU). El concejal utrerano ha abandonado su cargo como coordinador local de esta formación política, al tiempo que ha puesto a disposición del partido su papel como portavoz del grupo municipal. Sin embargo, se ha negado a dejar su acta como edil de la corporación, por lo que continúa formando parte del gobierno local con el PSOE.
Esta situación ha provocado que una quincena de personas haya firmado un escrito presentado ante los órganos superiores de IU provincial de Sevilla y Andalucía, con una solicitud de amparo. En este sentido, piden que ambas organizaciones supramunicipales exijan la dimisión de Guirao como concejal del Ayuntamiento de Utrera, así como la convocatoria de la asamblea local para la renovación de los cargos.
Las personas que firman ese documento han lamentado que, desde que IU entró a formar parte del gobierno municipal con el PSOE, la política la formación comunista «ha desaparecido totalmente». Recuerdan que «no se convoca ni incentiva la participación en las movilizaciones generales de nuestra organización o de otros colectivos en los que estamos, se guarda silencio o se boicotea el trabajo de grupos por la memoria. En definitiva, se ha abandonado toda acción política propia de esta organización».
Por otro lado, califican de «inaceptable» que Carlos Guirao «se vaya haciendo daño y contribuyendo al intento de destrucción de IU», un calificativo que también hacen extensivo para referirse a «su complicidad política con el PSOE de Utrera. Nos llegamos a preguntar si esto no será un velado caso de transfuguismo político», ya que «mueve ficha para no perder el sillón municipal amparándose en un sector interno que cobra del Ayuntamiento».
Los críticos con la labor del hasta ahora coordinador local de IU le recuerdan que «quien de verdad ha cambiado no ha sido Izquierda Unida sino él mismo, en su mimetismo y confusión (producto de su miedo a perder el sillón) con la política del PSOE local». En este sentido, han destacado que Guirao «ha dimitido de todos los cargos que no son remunerados. No le gustan los acuerdos y/o pactos con Podemos, pero no ha hecho una sola crítica a la política municipal del PSOE en Utrera».
El grupo de personas que suscribe la citada misiva han alertado de «la deriva que está tomando la situación institucional del grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Utrera», que califican de «grave». Lamentan haberse enterado de la decisión de Carlos Guirao al mismo tiempo que los medios de comunicación, «obviando hacer las cosas de forma correcta y respetuosa con los estatutos, es decir, presentando la dimisión y sus motivos en la asamblea local, ante los militantes y simpatizantes de la organización».
Por otro lado, recuerdan que el consejo local de IU no se convoca ni reúne desde poco después de las últimas elecciones municipales; mientras que la asamblea local, desde junio de 2015; lo ha hecho solamente en julio y en noviembre de 2016, «la última vez con motivo de la presentación del Plan de Acción Federal».
Pese a las críticas de Guirao al «rumbo actual» de IU, defiende su «compromiso institucional con la organización, con mi compañera en el grupo municipal, así como con el gobierno local». En palabras de los críticos, esto significa que «claramente defiende su pacto con el PSOE y el emolumento que percibe».
Carlos Guirao también agradeció «a quien en todo este tiempo confió en mí y unió su hombro al mío». Sin embargo, las personas que reclaman su dimisión como concejal afirman que «difícil será encontrar quien durante todo este tiempo haya podido estar a su lado, y una vez más nos parece lamentable que se olvide de la mayor parte de afiliados y simpatizantes de IU, que han trabajado y trabajan por esta organización a pesar de este coordinador y del secretario de organización -Francisco José Pérez Zambrano- que nos han tocado padecer en los últimos años, a la hora de su agradecimiento. Ni siquiera el mencionado secretario le ha sido fiel durante todo este tiempo. Eso sí, al igual que Carlos percibe un respetable sueldo del erario público municipal».
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Me pregunto si el PESOE local ha calculado bien las consecuencias del pacto con este muchachito. Resulta que mantienen un pacto con un chaval que está enfrentado a la organización que dice representar, con lo que esta organización y todo un colectivo queda fuera y enfrentado al pacto. En definitiva, me parece que este muchacho le genera más problemas que soluciones al socio mayoritario.