
El monumento más antiguo de Utrera, su castillo del siglo XIII, está sumido en el más absoluto de los olvidos. Desde hace dos años y medio, este histórico recinto permanece cerrado y prácticamente olvidado, sin que los utreranos y los visitantes puedan disfrutar de sus instalaciones.
En los últimos tiempos, este monumento ha sido objeto de importantes obras y reformas que han cambiado completamente el aspecto del recinto y que han contado con ingentes sumas económicas, procedentes tanto del presupuesto municipal como de planes especiales para luchar contra la crisis económica impulsados por el gobierno central. Pero la realidad es que nadie sabe a ciencia cierta cuál es el horario para poder visitar el castillo, cuándo se puede subir a la torre del homenaje, y la imagen de turistas despistados merodeando la zona y preguntando cómo se puede visitar se ha convertido en un clásico que indigna a muchos utreranos, que no terminan de entender cómo se ha podido llegar a esta situación.
En los años en los que una empresa privada tenía la concesión para el uso parcial de este recinto, donde se instaló un restaurante, eran muchas las voces que se levantaron para protestar contra esta práctica, argumentando lo insólito del hecho de que un particular gestionara un monumento que se supone que es patrimonio de todos los utreranos. En cualquier caso, en aquellos años al menos el recinto contaba con un horario más o menos fijo, encontrándose abierto en los momentos en los que prestaba servicio el citado restaurante, que además tenía la obligación de mantener todo el entorno en las condiciones óptimas.
Este modelo de organización terminaba a finales del año 2014, cuando el gobierno de entonces (PA-PP), con el apoyo de las fuerzas de la oposición (PSOE, IU y UPyD), decidía rescindir el contrato con esta empresa, argumentando los supuestos incumplimientos del acuerdo protagonizado por la citada empresa. Comenzaba así el inicio de una nueva época oscura para el castillo que, desde entonces, permanece en el olvido, con palpables problemas de limpieza, mantenimiento y abandono. Rescindiendo el contrato, el Ayuntamiento estaba dando respuesta a una opinión mayoritaria en Utrera, pero al final, como se suele decir de manera popular, el remedio ha sido peor que la enfermedad, ya que ahora sí que es imposible saber a qué hora está abierto el monumento y vecinos de la zona han llegado a denunciar cómo ha habido ocasiones en las que incluso el cadáver de un gato ha permanecido días sin que nadie vaya a retirarlo a pocos metros de la puerta del castillo, en el interior del recinto. Una imagen lamentable para un monumento como éste, con la historia y el valor que atesora.
Desde que el Ayuntamiento de Utrera decidió recuperar el uso total del recinto del castillo, el asunto se ha enmarañado en los juzgados, ya que el empresario que tenía la concesión para gestionar el restaurante y otros espacios del monumento recurrió la decisión del Consistorio de rescindir el contrato. Un asunto que ha llegado a los tribunales y cuya lenta marcha está provocando que, mientras el proceso se resuelve, sea finalmente el pueblo de Utrera el que pierda la partida, ya que estas instalaciones se encuentran claramente infrautilizadas, luciendo únicamente en ocasiones puntuales como el belén viviente de la hermandad de la Quinta Angustia, o el reciente vía crucis con el Cristo de Santiago organizado por la hermandad del Silencio.
En relación a este asunto, que mantiene indignados a muchos utreranos, que ven cómo el castillo es uno de los lugares que mayores posibilidades tiene a la hora de explotarlo turísticamente, el concejal de Urbanismo, Víctor Sánchez (PSOE), ha explicado que «actualmente estamos trabajando, tanto desde el área municipal de Patrimonio como desde el área jurídica, en la resolución administrativa del contrato, ya que a día de hoy el Ayuntamiento no puede hacer uso total del recinto del castillo. Nuestra previsión es que el asunto se pueda resolver en próximas fechas».
Una vez que se pueda dar por zanjada esta cuestión, que se está alargando más de lo previsto, los planes del Consistorio pasan por llevar a cabo un plan de choque en el interior del recinto del castillo, que se pondría en marcha gracias a los recursos del plan Emple@Joven; y llevar a cabo también las primeras inversiones en el futuro «paseo del Mostachón» (una nueva calle que se creará a los pies de la muralla), donde el Ayuntamiento ha anunciado que se va a instalar un museo de escultura al aire libre en el que van a estar presentes una decena de artistas.