
Todavía quedan seis meses para que se celebre el festival flamenco más importante del año en Utrera, pero la hermandad de los Gitanos trabaja ya en poner en marcha una nueva edición del Potaje Gitano. En este sentido, la comisión organizadora de este evento ha decidido que el homenajeado en 2017 sea el cantaor y bailaor Miguel Peña Vargas, conocido artísticamente como «Miguel Funi». Éste es el primer detalle que se ha desvelado de la sexagésimo primera edición del festival, del que en próximas fechas se darán a conocer más datos.
Miguel Peña Vargas nace en Lebrija en 1939. El sobrenombre de «El Funi» lo hereda de su abuelo Juan Peña Peña, que bailaba magistralmente y que también le transmite sus sapiencias en este terreno, al igual que lo hiciera su padre.
Desde muy pequeño canta y baila en fiestas familiares. En un ambiente cuajado de arte, Miguel va ampliando sus conocimientos hasta llegar a ser el gran aglutinador de la casa de los Pinini-Funi, tanto en el cante como en el baile. Por la idiosincrasia familiar, hasta que no cumple los 27 años de edad no actúa por primera vez como profesional, ingresando en el grupo organizador de actos culturales «La Debla», toda una institución jonda en su tiempo, cuyas fiestas eran muy populares. Participa en numerosas citas flamencas en peñas y teatros de todo el mundo, llegando a ser muy asiduo en los festivales flamencos andaluces en las décadas de los 70 y los 80, donde eran muy esperadas sus actuaciones.
Aunque es conocedor a un altísimo nivel de muchos de los cantes gitanos, destaca en la soleá, bulerías por soleá y, por supuesto, en las cantiñas y las bulerías, donde siempre ha demostrado que es un festero extraordinario. En el baile también sigue los aires originales de su familia con unas hechuras y desplantes elegantísimos, y unos recortes totalmente suyos ya que, al igual que sus tíos y su padre, Miguel hace los contratiempos con el cuerpo.