
Un año más estamos a las puertas de la Navidad, la fiesta más entrañable de cuantas celebramos a lo largo del año litúrgico, tanto para los creyentes como para los que no lo son. Esa fiesta tocada de una magia especial que hace, aunque sea por unos días, que todos los seres de buena voluntad sientan en su corazón ese pellizquito que les mueve al amor, a la fraternidad, a la generosidad y a la amabilidad. En una palabra, a ser solidarios.
Y todo ello aderezado con fiestas, reuniones y agasajos en los que las figuras de Papa Noël y de los Reyes Magos se reparten a menudo las escenificaciones festivas de esas fechas.
Cáritas os invita a que, por unos momentos, dejemos a un lado los Papas Noël y los Magos, nos revistamos de pastor y nos acerquemos a ese pesebre donde nació el más pobre de los pobres para meditar las palabras del Papa Francisco: «es indispensable prestar atención para estar cerca de nuevas formas de pobreza y fragilidad donde estamos llamados a reconocer a Cristo sufriente, aunque eso no nos aporte beneficios tangibles e inmediatos: los sin techo, los toxicodependientes, los refugiados, los pueblos indígenas, los ancianos cada vez más solos y abandonados, etc…». Todo un muestrario de necesidad del que no estamos exentos ni en nuestro país ni en nuestro pueblo.
Resulta paradójico que mientras los políticos nos siguen vendiendo la burra de que todo va mejor, la pobreza sigue creciendo, y de un tiempo a esta parte con nuevas o no tan nuevas formas de manifestase como la pobreza energética, la cual hace estragos durante los meses fríos de año y la aparición de los pobres con trabajo. Personas que, a pesar de tener un trabajo remunerado, no llegan a cubrir sus necesidades más básicas. Vergonzante explotación y esclavismo en pleno siglo XXI.
Cáritas apela nuevamente a todos para tratar de llevar a los más desfavorecidos y necesitados, no sólo el alivio de cubrir en parte lo más básico para subsistir, sino un algo más que les proporcione esa migaja de alegría a la que también tienen derecho en estas fiestas, y lo más importante, a luchar y a denunciar ante los poderes públicos las causas que generan la situación de injusticia y desigualdad en la estamos inmersos, a fin de construir ente todos un mundo mejor en el que la Navidad dure todo el año. Feliz Navidad y que Dios os bendiga.
Cáritas parroquial de Santiago el Mayor