
Es tradición que el Consejo Local de Hermandades y Cofradías celebre su acto de apertura oficial del curso cofrade al llegar al calendario el primer domingo de Adviento. Ha ocurrido, como viene sucediendo en los últimos años, con una eucaristía celebrada en la capilla del Hospital de la Santa Resurrección –el «Hospitalito»-, presidida por el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Marcelino Manzano.
En su homilía, el sacerdote agradeció y felicitó a las hermandades por su implicación en el Año de la Misericordia, recién clausurado. Citando palabras del Papa Francisco, el presbítero comentó que «se ha cerrado la Puerta Santa, pero debemos continuar con las obras de misericordia».
El bloque central de su intervención lo dedicó a las orientaciones pastorales de la Archidiócesis para los próximos cinco años, citando varios aspectos como los ejes fundamentales de este trabajo. Puso en valor el eslogan de este proyecto, «Siempre adelante», como una expresión «de confianza en Dios, de esperanza, y de caminar hacia el Señor».
También reconoció el ambiente de secularización que rodea actualmente a la sociedad. «Es bueno ser realistas, no para desanimarnos sino para saber que todos tenemos que poner nuestra parte que vaya encaminada a la evangelización, potenciando aquellos aspectos de las hermandades que nos lleven a ser misioneros», explicó Manzano.
Precisamente ante esta situación, destacó el papel que juegan las cofradías de cara a lograr ese objetivo. Por ello animó a potenciar «el servicio evangelizador de la piedad popular. Muchas personas que están alejadas tienen una vía de conexión con Dios a través de las hermandades, y debemos hacer hincapié en esta relación».
Para alcanzar la meta propuesta, el delegado diocesano apostó por fomentar en las hermandades la creación de «grupos de vida, para incrementar la formación», porque las casas-hermandad «deben ser una casa de Dios, una fragua de santidad, y no limitarse a ser exclusivamente el sitio en el que preparamos los enseres».
Esta eucaristía de inicio del curso cofrade estuvo concelebrada por el director espiritual del Consejo de Hermandades, Joaquín Reina; y contó con el acompañamiento musical del coro Siarum. Tras la misa, se procedió a la proclamación oficial del pregonero de la Semana Santa de 2017, Ernesto Sanguino; el de las Glorias de María, Javier León; y el exaltador eucarístico, Joaquín Curado. Además, también se impuso el escudo del Consejo a los nuevos hermanos mayores designados a lo largo del pasado curso: la de Fátima, Josefa García; y el de los Estudiantes, Fernando Pozo.
A esta convocatoria acudieron un nutrido grupo de cofrades, así como representantes de las hermandades locales y del Hospital de la Santa Resurrección, entre otros. La mañana concluyó con una convivencia entre los asistentes.