
El teatro municipal «Enrique de la Cuadra» abre sus puertas este jueves a una de las propuestas destacadas de esta temporada. La protagoniza el actor José Sacristán que, junto a Javier Godino, pondrá en escena la obra «Muñeca de porcelana». A las 21.00 horas dará comienzo esta representación, cuyas entradas se encuentran a la venta al precio de 15 euros.
Este proyecto narra la historia de un millonario que le acaba de comprar un avión a su joven prometida como regalo de bodas. Su intención es jubilarse y dedicarse enteramente a ella. Durante su último día en la oficina, antes de reunirse con ella, instruye a su joven ayudante para poder atender sus negocios desde la distancia. Pero justo antes de salir recibe una llamada de última hora que deseará nunca haber aceptado.
Es la primera producción que se hace en el mundo después de su estreno en Broadway en 2015. Llega a Utrera gracias al Circuito Provincial de las Artes Escénicas y Musicales (Cipaem), puesto en marcha por la Diputación Provincial de Sevilla.
En «Muñeca de porcelana», Sacristán interpreta a un millonario que acaba de comprar un jet privado a su joven prometida como regalo de bodas. Éste es el arranque de una obra que bucea en los hilos que conectan el poder y el dinero, la política y la economía.
Sacristán tiene la réplica de su ayudante, Javier Godino, y la de otros cinco personajes que no aparecen ni se les escucha, pero con los que mantendrá conversaciones telefónicas a velocidad de vértigo. «Muñeca de porcelana» es una pieza incómoda, que habla sin tapujos del bajo vientre de la política: financiación de las campañas electorales a través de donaciones, corrupción entre partidos políticos, el poder económico y el judicial.
Para encarnar la figura del protagonista hacía falta un actor formidable, y José Sacristán lo es. Hace un trabajo extraordinario, sin parangón en su carrera teatral, imposible de hacerlo con mayor crédito. La escenografía, la iluminación y la dirección de Juan Carlos Rubio redondean una obra dura, que dice lo que algunos preferirían no oír.