
No se trata de competir, no se trata de conseguir colgarse en el cuello el mayor número de medallas posible, tampoco se trata de fama y notoriedad, consiste en ser un poco mejor persona cada día, ese es el verdadero valor del deporte, algo que está consiguiendo demostrar toda la familia del Club Natación Utrera. Desde que en septiembre de 2015 este modesto club, que cuenta con apenas 70 nadadores y muchas dificultades logísticas y de todo tipo, tomó una decisión que iba a cambiar la vida de todos sus integrantes, crear una sección dedicada a la natación adaptada, donde participan jóvenes con distintas discapacidades.
La mayoría de los clubes que existen en la provincia dedicados al mundo de la natación adaptada funcionan de manera independiente al resto de los clubes de natación. En el caso del Club Natación Utrera, los impulsores de esta medida tenían claro que ese no era su objetivo. Ellos tenían otra visión, no solo querían proporcionar a las personas con discapacidad la posibilidad de practicar deporte, ellos querían que el resto de los componentes del club pudiera verse en estos jóvenes, como un espejo, para aprender cada día de las ganas, entrega y fuerza de superación que muestran en la vida estas personas.
«Vimos una competición de natación adaptada y la verdad es que se nos pusieron los bellos de punta al comprobar como los deportistas lo daban todo en la piscina. Por ello pensamos que si tuviéramos nadadores de esta categoría en nuestro club, los más pequeños tendrían un ejemplo magnífico para entender que en la vida no hay nada fácil. Desde el primer momento nuestra intención fue la de integrar las dos secciones, que todos los nadadores pertenecieran al mismo grupo», explica Paco Quesada, miembro de la junta directiva del Club Natación Utrera y uno de los impulsores de esta apasionante aventura.
El club se puso en contacto con asociaciones de Utrera como Acéptalos y Apdis, con el objetivo de brindarles la posibilidad a sus socios de formar parte de este equipo de natación adaptada. En menos de un año el proyecto ha avanzando con pasos de gigante, ya que el equipo, que está formado en estos momentos por ocho nadadores, ha conseguido logros en campeonatos que eran completamente impensables cuando arrancó esta historia. En concreto, uno de sus componentes, Mercedes Rodríguez, ha conseguido la marca mínima para participar en el campeonato de España de natación adaptada, que se celebrará en Valladolid del 16 al 18 de junio, donde se medirá con nadadoras que incluso van a estar presentes en los próximos Juegos Paraolímpicos. Joaquín Muñoz también está brillando con luz propia, ya que ha conseguido proclamarse recientemente campeón de Andalucía, por lo que se ha ganado su pasaporte para el campeonato de España, que se disputará en marzo de 2017.
El proyecto ha calado hondo en todo el club, y los nadadores conviven estrechamente cada día, hasta el punto que ya no entienden su práctica deportiva sin la presencia de sus amigos. En cualquier caso, como para cualquier entidad humilde, no ha sido sencillo poner en marcha todo este proyecto. La piscina municipal de Vistalegre cuenta con muchos usuarios, el club solo dispone de algunas calles y horas al día para que puedan entrenar sus deportistas, por lo que con la puesta en funcionamiento de esta nueva sección, han tenido que hacer piruetas para encontrar más horarios disponibles. A ello se une el hecho de que para los entrenamientos de natación adaptada hace falta un entrenador específico, que en este caso es el utrerano Antonio Ramos, así como profesionales de educación especial, para atender las necesidades específicas de cada uno de los nadadores. La economía no es precisamente el punto fuerte de un club de natación, pero la junta directiva agota todos los recursos y vías posibles para que esta sección siga adelante, también con la ayuda de los padres de los deportistas, y que los nadadores puedan estar presentes en todas las competiciones a las que consiguen clasificarse.
«Los propios padres de estos deportistas no se esperaban cuando comenzó el proyecto que sus hijos pudieran conseguir estos éxitos e incluso participar en campeonatos a nivel nacional. Para los deportistas está siendo también una experiencia muy interesante, se han convertido en una piña y disfrutan de las satisfacciones propias de lo que significa pertenecer a un grupo. La verdad es que desde el propio club tampoco esperábamos que en tan poco tiempo, este proyecto pudiera funcionar tan bien», cuenta Juan Antonio Pérez Monge, el presidente del Club Natación Utrera.
La realidad es que esto no ha hecho más que empezar y la valentía y el compromiso que ha demostrado la entidad utrerana poniendo en marcha esta idea, está convirtiendo en muy poco tiempo al club en una referencia en toda la provincia. Además, esperan que los buenos resultados de estos deportistas sirvan para que otros utreranos pierdan sus miedos y se animen a formar parte del equipo de natación adaptada.
Más allá de las grandes cifras que caracterizan el deporte de élite en nuestro país cada año, a día de hoy es más fácil entrar en contacto con los verdaderos valores que caracterizan al deporte, en un lugar humilde, como es la piscina de Vistalegre de Utrera, que en un gran estadio de fútbol. Allí, un grupo de amantes del deporte con mayúsculas ha puesto en marcha un precioso proyecto, que está cambiando el paisaje del club, todo ello desde el trabajo, el sacrificio y la más absoluta falta de medios. Larga vida al Club Natación Utrera, que cada día lucha por mejorar un poco más el entorno en el que se radica y hacerlo más humano.