Sanidad y bienestar

Quería contar lo que ayer me ocurrió. Algo tan aterrador como indignante, algo que oyes pero no piensas que te ocurriría. Algo que cuando llegas a casa, tras un duro día de trabajo, y te cuentan la noticia te paraliza todo el cuerpo, recorriéndote un escalofrío de arriba a abajo… Pues ayer cuando llegué a casa, a eso de las 21.00 horas y no me encontré a nadie en ella lo primero que haces es coger el teléfono para llamar a mi mujer y me doy cuenta de que no tengo batería. Salí a la calle para ver si estaban en el parque. A eso que me encuentro con una vecina ¡y me pregunta por mi niña! ¡Que qué tal estaba! ¿Por mi hija?… ¡Mi niña de dos años! Había sido atacada por un perro y se encontraba en el CHARE.

Volví a casa para poner el teléfono en carga y llamar a mi mujer. Ella me confirmó lo sucedido. Algo horrible… Ocurrió cuando se dirigían hacia el parque infantil de mi barriada. En el Naranjal de Castillo hay un solo parque infantil y bastante mal posicionado para la mayoría de los vecinos que en esta barriada vivimos. Parque infantil que es utilizado más para el paseo y cagadero de perros que para lo que este se construyó. La poca vigilancia policial, ¡y la poca que hay!, me consta que solo consta en dar un poco de presencia, pues ni se molestan ni en atender la seguridad de los vecinos ni en siquiera advertir. A las personas que aquí traen su animales, de que están en una zona infantil no de que deben de llevar a su perros atados o con bozal, tal y como marcar la ley.

Pues mi hija mientras se dirigía a este parque fue atacada por un perro, algo que originó que los demás perros que también estaban a su alrededor se uniesen a la fiesta. Gracias a mi mujer el mal no fue a peor pues cogiendo a mi hija en brazos aún seguían saltando para alcanzarla, y arañándola también.

Esta zona se ha vuelto tan insalubre como peligrosa, gracias a las personas que no piensan en que allí vivimos personas. Puesto que la dueña del perro, que vive en el centro de Utrera viene a esta zona a sacar a su perro porque allí no le dicen nada. Esto es debido, como antes dije, a la escasa vigilancia policial que parece que más que un organismo para el bien y el orden es un organismo meramente recaudatorio. No hay más que dar una vuelta a cualquier hora del día para darse cuenta que lo que digo es, tal cual lo cuento. No puedes pasear sin tropezar con excrementos de perros, gente pescando a perros sueltos, y sin seguridad de que tus hijos no pueden pasear o jugar en la puerta de su casa por temor a estos. Gracias y espero que os hagáis eco de mi caso y mi indignación.

David

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