
En el verano de 2009 comenzaba a ejecutarse la mayor obra de infraestructura conocida en Utrera en los últimos tiempos, que por fin acaba de culminar. Se trata del desvío del arroyo Calzas Anchas que, tras ejecutarse su primera fase, ha rematado el proyecto con la ampliación del nuevo cauce hasta salir completamente del casco urbano de la ciudad.
En la mañana de este viernes se ha procedido al acto de inauguración oficial de esta obra, que ha estado presidido por el delegado del gobierno central en Andalucía, Antonio Sanz (PP). En su intervención, ha puesto en valor que este proyecto «representa algo fundamental para la tranquilidad y la seguridad de los vecinos de Utrera, poniéndose fin a los problemas históricos registrados como consecuencia de los desbordamientos de este arroyo». Además, «demuestra el compromiso del gobierno de España con esta ciudad».
El entonces ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete (PP) visitó Utrera coincidiendo con la puesta en servicio de la primera fase del desvío, en junio de 2012, poniendo entonces a resguardo zonas de la ciudad como Coca de la Piñera, el colegio salesiano y otros barrios. Entonces se planteó la necesidad de ampliar este nuevo canal para que barriadas como La Gordilla y Los Dolores también tuvieran la tranquilidad de vivir alejadas de las riadas. En total, han sido 13,54 millones de euros los que se han invertido en el desvío, aportados en un 80% por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir –dependiente del ministerio-, a través de fondos europeos; y el 20% restante por parte del Ayuntamiento.
El alcalde, José María Villalobos (PSOE), ha puesto en valor la importancia de la colaboración entre las administraciones, como ha sido el caso del gobierno central y el Ayuntamiento. Además, ha comentado que tiene en mente un proyecto de rehabilitación urbanística del cauce antiguo del arroyo, abriendo un paseo en la zona trasera de las barriadas Los Dolores y La Gordilla.
El desvío del arroyo Calzas Anchas es un proyecto que impulsó el anterior alcalde, Francisco Jiménez (PA), en cuyo mandato se han desarrollado prácticamente todos los trabajos. El ex regidor local también ha estado presente en la inauguración, invitado por el gobierno central, habiéndose mostrado «muy satisfecho al culminarse esta obra», cuyas vicisitudes recordó. También agradeció «los fondos aportados por el gobierno de España, y especialmente al pueblo de Utrera, porque ha financiado un proyecto que tenía que haber desarrollado la Junta de Andalucía, como incluso viene recogido en el Plan General de Ordenación Urbana». En palabras de Jiménez, «estoy satisfecho por el trabajo acometido, cuyo resultado me toca hoy ver como un ciudadano más. Este proyecto ya queda para Utrera y muchas personas que lo vean quizás no sepan quiénes fueron los que lo promovieron, pero es algo que me llevo a nivel particular».
En esta inauguración también han estado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Manuel Romero; la subdelegada del Gobierno en Sevilla, Felisa Panadero; y miembros de la corporación municipal, entre otros asistentes.
El canal de desvío parte desde la zona de la Cañada Real del Pajarero, cruza por el extremo sur de la zona urbanizable del municipio y termina en la salida del antiguo soterramiento del arroyo Calzas Anchas, todo ello mediante una estructura de hormigón de más de 3.600 metros de longitud y con capacidad para transportar un caudal máximo de 137,86 metros cúbicos por segundo.
Con el objetivo de garantizar su correcto funcionamiento ante futuras avenidas, el organismo de cuenca y el Ayuntamiento de Utrera acordaron ampliar la actuación desde la confluencia entre el canal de desvío y el antiguo embovedado hasta aguas abajo de la carretera de circunvalación oeste (A-375). De esa forma, este nuevo tramo integra los caudales procedentes del desvío con los del antiguo encauzamiento, así como las escorrentías que se produzcan en ambas márgenes del canal.
Para ello, la segunda fase del desvío del Calzas Anchas, con una inversión de 1,54 millones de euros, ha consistido en la prolongación de la canalización hasta el cruce con la carretera A-375 y los trabajos que se han ejecutado en este nuevo tramo han sido de características muy similares a los desarrollados para la construcción de la estructura principal.
Para esta actuación contra las inundaciones se ha diseñado un cajón rectangular de hormigón armado que recoge los caudales del antiguo cauce y del desvío, con una anchura de hasta diez metros.
En cuanto a la obra de paso bajo la A-375, evitará posibles desbordamientos que pudiesen afectar a dicha vía y a las barriadas próximas a esta zona. Esta obra permite que los cauces del arroyo Calzas Anchas y arroyo del Moro sean independientes hasta pasada la carretera. Para ello, la Confederación ha acondicionado el entronque del arroyo del Moro con el Calzas Anchas para evitar que ambos cauces confluyan antes del paso de la carretera y provoquen afecciones a la vía. De esta forma, se ha diseñado una obra de paso lateral que discurre paralela a la del Calzas Anchas, realizada en hormigón en masa. La solera y la margen derecha se han protegido con escollera.
Para la construcción de esta obra de paso se ha tenido que ejecutar un desvío de la circulación a fin de no afectar al tráfico rodado, ya que se trata de una carretera muy transitada. Una vez que los trabajos han concluido, todo ha sido repuesto.
Por último, aguas abajo de la obra de paso se han desarrollado una serie de trabajos de carácter medioambiental con el objetivo de adecuar el cauce natural, para lo que se ha eliminado vegetación acumulada y sedimentos y se han reforzado los taludes de las márgenes. De este modo, se adecua al arroyo para albergar caudales importantes que pudiesen producirse.
También se han realizado a ambos márgenes del encauzamiento unos viales de servicio para el mantenimiento del canal y cunetas revestidas de hormigón para canalizar las escorrentías laterales. En total, se ha actuado en un tramo de 800 metros del arroyo Calzas Anchas, así como en 130 metros del arroyo del Moro.