
Los cofrades podrán contemplar este Lunes Santo uno de los proyectos importantes realizados para esta Semana Santa. Se trata de la restauración del paso del Cristo del Perdón y la finalización de este proyecto que se encontraba inconcluso.
La hermandad de los Muchachos de Consolación decidió acometer esa intervención tras las deficiencias que se detectaron el pasado año. De hecho, según recoge el informe técnico previo a la restauración, al que ha tenido acceso Utrera Digital, la parihuela se encontraba en un estado «lamentable, con ensambles muy inestables y sin ser los más adecuados para una estructura de este tipo».
Asimismo, los costeros presentaban una diferencia de altura «de más de 1,5 centímetros de uno con respecto al otro, motivo por el cual la parihuela estaba cimbrada». A ello se sumaba el hecho de que las crucetas «no tenían en ángulo correcto para que esté bien asentada».
Por otro lado, los respiraderos «tenían un deterioro muy grande y la convexidad que presentaba la parihuela hacía que su montaje cada vez fuera más dificultoso y provocara constantes roturas en baquetón y molduraje». En cuanto a la canastilla, «presentaba zonas sin talla y con mucho repelo en la madera, molduras sin ingletes y ensambles abiertos, es decir, presentaba un desajuste muy grande en todo su conjunto».
Con este informe sobre la mesa, a la hermandad no le quedó más remedio que afrontar un proyecto de una importante envergadura económica para que el paso pueda procesionar con normalidad. De ejecutar los trabajos se han encargado, de manera conjunta, Juan García Casas, de La Rambla (Córdoba); y David Medina Soto, de Jerez de la Frontera (Cádiz).
Atendiendo a los consejos de los expertos, el paso ha aumentado su tamaño en 30 centímetros de largo y 15 de ancho. De esta forma, ha pasado de seis trabajaderas a contar ahora con siete.
Por otro lado, se ha contemplado la creación de una nueva estructura para el interior de la canastilla. A ello se suma la restauración y ampliación de los respiraderos, creando nuevas cartelas talladas en sus zonas centrales.
Aprovechando la intervención, la cofradía del Lunes Santo ha culminado la construcción del paso, ya que tenía zonas sin completar. Así, cuenta con cuatro maniguetas y se han terminado de tallar las cartelas con las que cuenta la canastilla. De igual modo, esta pieza ha aumentado 10 centímetros su altura, con la inclusión de un baquetón tallado. Finalmente, las capillas de las esquinas, donde se encuentran los cuatro evangelistas, también han quedado talladas.
A todos estos trabajos se ha sumado una restauración integral del paso, eliminando repintes de barnices, lo que ha permitido que recupere el color original de la madera de caobilla, que es el material que el tallista Manuel Guzmán Bejarano empleó en su día para la ejecución.