
Un grupo de utreranos ha tenido la oportunidad de contemplar unas vistas privilegiadas de la ciudad gracias a una interesante actividad. Subidos en cinco grandes globos aerostáticos, pudieron sobrevolar la localidad, viviendo una experiencia difícil de olvidar.
La aventura comenzaba en el patio del colegio salesiano, un lugar con suficiente amplitud elegido para el despegue. Participaban en la iniciativa los citados cinco globos, donde subieron 46 personas más un piloto en cada uno de los globos, lo que sumaba más de medio centenar de personas en el aire. Durante aproximadamente una hora y cuarto, estos afortunados vivieron todo un sueño, sobrevolando algunos de los monumentos más importantes de Utrera, como la torre de la iglesia de Santa María y el castillo. Las construcciones de la localidad poco a poco fueron dando paso a los caminos rurales y a los fértiles campos de la comarca, ya que los globos se dirigieron hacia la vecina localidad de Los Palacios y Villafranca, ofreciendo perspectivas muy bellas de toda la zona. El aterrizaje tuvo lugar cerca de la carretera N-IV, junto a la pedanía utrerana de Trajano.
«La gente lo pasó de maravilla con esta experiencia, tuvimos la suerte de que hizo un día muy luminoso y sin viento. Prácticamente no se notó ni el despegue ni el aterrizaje, por lo que muchos aseguraron que parecían que estaban en un balcón. El vuelo ha sido precioso, ya que hemos podido ver desde arriba algunos de los monumentos más importantes de Utrera. Tengo que agradecer de todo corazón la disponibilidad ofrecida por el colegio de los Salesianos para poder llevar a cabo esta actividad», explica Antonio Ruiz, el organizador de esta original actividad.
La experiencia no ha podido ser más provechosa, después de unos años en los que no se organizaba en Utrera un viaje de estas características, por lo que a buen seguro que en un futuro se volverán a plantear nuevos viajes en globo. «Muchas de las personas que han volado han dicho que les encantaría volar otra vez para que sus hijos puedan probar la experiencia», comenta Ruiz.
«Ha sido una experiencia maravillosa, verdaderamente para repetir, desde el minuto uno tenía una ilusión grandísima por volar en globo. La vista de Utrera desde el cielo es única y preciosa, además el paseo es muy relajante y te da mucha paz interior. Hemos tenido suerte y hemos podido disfrutar con un día magnífico de sol», explica María Roldán González, una de las personas que ha tenido la oportunidad de participar en este apasionante vuelo.