Atrás quedan ya las Navidades 2015 que serán recordadas por las absurdas polémicas generadas alrededor de las Cabalgatas de Reyes Magos. Y es que con la manía de algunos/as en demostrar su laicidad y republicanismo a todas horas y todos los días del año se llega al ridículo de llamar a la Navidad fiesta del solsticio de invierno ( Ada Colau, alcaldesa de Barcelona ) o a vestir a sus majestades con una mezcla de mago Merlín y Rappel ( Manuela Carmena en Madrid ), provocando ambas una airada y desproporcionada reacción de los medios afines a la derecha más antediluviana. Como si el país no tuviera asuntos más importantes de los que hablar y que resolver.
También en la Cabalgata de Utrera se han producido cambios. El primero con el recorrido que ha dejado de pasar tres veces por la Plaza del Altozano y sobre el que cualquier opinión en contra se ha silenciado con el argumento de la mejor seguridad. El segundo ha sido la prohibición de lanzar balones por el supuesto peligro que ello conlleva sin caer en la cuenta del resto de objetos contundentes que se lanzan como las decenas de miles de caramelos, las cajas con regalos, los cuadernos, los lapiceros … hasta paraguas !. A pesar de ello la asociación Maestro Milla como viene haciendo durante todos estos años ha vuelto a regalarle a Utrera una magnífica Cabalgata de Reyes Magos. Un éxito particular que el gobierno local sin ningún tipo de pudor se atreve a presentar como si fuera propio. Será porque también aquí es más cómodo hablar de la cabalgata que del principal problema del pueblo como es el paro. El año se despide con un aumento en el número de desempleados con respecto al mes de Diciembre de 2014 hasta llegar a las 8326 personas sin empleo. Utrera va al contrario que los pueblos de nuestro entorno y el resto de Andalucía dónde el paro ha bajado aunque sea levemente. Por el momento no ha habido ni habrá ninguna reacción de los concejales ni del PSOE ni de IU quienes desde los bancos de la oposición acusaban de inacción al anterior gobierno local PA-PP y hoy desde los asientos del gobierno local sólo encuentran buenas excusas para seguir lanzando balones fuera.
