
El compás de una típica zambomba flamenca ha servido este año para recibir la Navidad en el santuario de Consolación. La cantante María Toledo ofreció un recital navideño en una cita que, pese a contar solamente con cuatro ediciones, se presenta como una convocatoria ya consolidada en estas fechas gracias al trabajo de la hermandad de los Muchachos de Consolación.
Una hora exacta de concierto ofreció la artista toledana en un evento en el que pudieron escucharse más de una decena de composiciones típicas de estas fiestas. La protagonista del recital reconoció encontrarse ante una noche «mágica», con un repertorio preparado especialmente para este evento.
Guitarra, percusión, palmas y coros acompañaron los villancicos que interpretó María Toledo, en un recital en el que también estuvo presente, aunque prácticamente de manera testimonial, el piano que siempre acompaña a la cantante. Entre las composiciones que resonaron en el santuario pudieron escucharse clásicos como «Los campanilleros», «Mira qué bonita», «Los madroños» y «Los caminos se hicieron», junto a otros temas que sirvieron para anunciar la llegada de estas fiestas.
Un fin de fiesta por bulerías servía para culminar esta actuación, con un popurrí de villancicos junto a otras letras dedicadas a la Virgen de Consolación, que presidió este acto en un altar mayor que estuvo exornado por flores de pascua rojas. Precisamente a la patrona de Utrera estuvieron dedicados los últimos instantes del recital, ya que María Toledo se atrevió incluso a cantar un fragmento de la conocida «Plegaria» que en su día popularizara Enrique Montoya.
La periodista Ana González presentó esta velada en la que, junto al concierto de villancicos, otro de los protagonistas de la noche fue el director de la casa salesiana de Utrera, Juan José Gutiérrez Galeote. Él se encargó de pronunciar una magnífica exaltación navideña que logró despertar las risas de los presentes en numerosas ocasiones. Su sentido del humor estuvo muy presente en una intervención en la que invitó a celebrar la Nochebuena «porque durante el año tenemos demasiadas noches malas».
A lo largo de los nueve minutos de su exaltación, el sacerdote -que incluso cantó unos versos de un villancico- animó a «que no os dé vergüenza decir ‘Feliz Navidad del Señor’, porque respetar a los demás comienza por respetarse a uno mismo, a lo que cree». Pero, sobre todo, durante su intervención, Gutiérrez Galeote invitó «a ser Nochebuena y a ser Navidad» para todos, «los que se lo merecen más y los que se lo merecen menos», con el deseo de «que el mundo cambie».
Un belén situado sobre la mesa de altar, a los pies del retablo mayor, también recordaba el argumento navideño de una convocatoria que terminó con la entrega de obsequios a los participantes. De igual modo, en este apartado institucional, intervinieron también el hermano mayor, el rector del santuario de Consolación y el alcalde. María Toledo, como agradecimiento al cariño recibido, puso el broche a esta especial noche con una nueva pincelada por bulerías dedicadas a la patrona de Utrera. Era el colofón de una cita con trasfondo benéfico, ya que la recaudación se destinará nuevamente a la bolsa de caridad de los Muchachos de Consolación y a financiar las obras ejecutadas en la torre del santuario.