
El alcalde de Utrera, José María Villalobos (PSOE), ha justificado la instalación del quiosco de aluminio y cristal en el santuario de Consolación. Considera que la polémica de estos días «se ha salido de madre» y que «no se ha cometido ningún atentado contra el patrimonio».
Según el regidor local, esta actuación sirve para «preparar el santuario de cara a la obra de restauración del retablo» que se acometerá en el futuro. El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico anunció que iba a elaborar el proyecto, pero sin ninguna fecha ni presupuesto para su desarrollo, teniendo en cuenta además que Consolación es templo jubilar con motivo del Año de la Misericordia, por lo que en 2016 no se acometerían dichas obras.
Villalobos ha afirmado que está solicitada la licencia de instalación, aunque no explicó si se ha concedido. También defendió la colocación de dicha gran pecera «provisional y desmontable» en el atrio de entrada al templo. En palabras del alcalde, «las personas que vayan a estar en el atrio necesitan unas mínimas condiciones de ergonomía en el trabajo», al tiempo que hizo un llamamiento a la tranquilidad por parte de los ciudadanos.
En relación al estado de los valiosos azulejos de Mensaque que decoran la iglesia, dijo que desconocía si había sufrido daños debido al anclaje del quiosco a la pared, aunque terminó asegurando que no se había producido ningún tipo de deterioro. Además, criticó el «afán de notoriedad» del historiador Julio Mayo, que ha sido el que ha canalizado las quejas de los devotos presentando tres denuncias ante el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Arzobispado. Y es que el santuario de Consolación es uno de los principales edificios de Utrera, estando calificado como Bien de Interés Cultural.
En fin, otra prueba más de que al actual alcalde parece que le molesta la disidencia y que no tolera las opiniones que no coincidan con la suya. El que no piense como yo es un fascista, pero mi actitud no es fascista, claro.