
Después de los terribles atentados terroristas en París el colectivo más importante de hackers de todo el mundo, Anonymous, ha anunciado un ataque cibernético mortal contra el denominado estado islámico. Y para conseguir su objetivo intentarán inocularles e introducirles troyanos y virus informáticos por alguna abierta y descuidada “back door”, palabreja inglesa por puerta trasera, y de camino darles por la misma “back door” que ahora sí que tendría una traducción al castellano bastante malsonante. Por una “back door” se cuelan los ladrones en una casa como también es el lugar por donde salen a deshora las amistades peligrosas después de una noche de juerga y de alcoba. Y es también por una “back door” por dónde los políticos suelen enchufar masivamente a los militantes y simpatizantes. Así al menos lo piensan en CCOO de Utrera cuando por boca de uno de sus dirigentes, Manuel Delgado, han disparado a matar contra el gobierno local PSOE-IU por las contrataciones de personal que se están llevando a cabo tanto en las instalaciones deportivas como en la piscina cubierta así como los cambios que están ocurriendo dentro del personal del ayuntamiento dónde destacados miembros de la ejecutiva local del PSOE van a ocupar puestos de responsabilidad desplazando a funcionarios menos afines. Y ahí no ha quedado la cosa ya que tampoco han ahorrado críticas contra el propio señor alcalde –J.M. Villalobos– quién según ellos debe andar muy ocupado calmando y cobrando de las aguas del Huesna porque aún no ha tenido tiempo ni de recibirlos ni de convocar las tan cacareadas mesas por el empleo que tanto prometía desde los bancos de la oposición y que serían la salvación para los desempleados de este pueblo. Tan cabreados andan los CCOOs que a este paso de tanto tocarles en la “back door” amenazan con convocar movilizaciones frente al ayuntamiento, porque ya se sabe que un sindicalista sin paros ni manifestaciones es como un hacker sin internet y sin ordenador. Y aunque entre los poderosos haya quienes sean capaces de perder el norte y de llegar al séptimo cielo por una “back door”, lo más triste es que para la mayoría de los parados de este pueblo tan sólo significa que una vez más están irremediablemente jodidos, doloridos y sin trabajo.