Continúan materializándose los cambios en las parroquias de Utrera. El utrerano Joaquín Reina ya ha tomado posesión de su cargo en Santa María de la Mesa, a donde también ha llegado Óscar Uwitonze como vicario parroquial.
Una quincena de presbíteros y diáconos concelebraron esta eucaristía, que estuvo presidida por el vicario general de la Archidiócesis de Sevilla, Teodoro León. También estuvo el vicario episcopal de la zona Este, Diego Pérez, y acudieron fieles y representantes de los distintos colectivos parroquiales, así como el alcalde.
Tras la lectura del nombramiento como párroco, Reina pronunció el juramento de fidelidad y recibió los Evangelios. Asimismo, en el transcurso de esta eucaristía, tomó posesión de la sede, del sagrario, de la pila bautismal y del confesionario. A todo ello se unió la profesión de fe del nuevo párroco y la renovación de sus promesas de la ordenación.
El ya responsable de Santa María y rector del santuario de Consolación, durante su intervención, recordó que llegó a Utrera hace siete años «con el deseo de estar cerca de mi madre y de mi tía para ayudarlas en la última etapa de sus vidas». De igual modo, contó que había presentado su disponibilidad al Arzobispo para encargarle un nuevo trabajo, «pero con el deseo de continuar en San José. Todavía me quedaban algunas cosas, y propuse dos años más. Pero me dijo el arzobispo que iba a seguir en Utrera, aunque en Santa María y en Consolación».
Joaquín Reina elogió el trabajo de los anteriores párrocos de este templo, y firmó que llega «a trabajar y a servir, para seguir construyendo esta comunidad parroquial». Además, agradeció el apoyo recibido, tuvo palabras de afecto a su familia, a los presbíteros y comunidades religiosas, a las hermandades, al alcalde, a la comunidad parroquial de San José, a sus colaboradores,… De igual modo, se dirigió a los miembros de la nueva parroquia en la que comienza ahora a trabajar.
Por su parte, Teodoro León agradeció el trabajo realizado por Reina y Uwitonze, así como el llevado a cabo por Ignacio Guillén, que deja este cargo para llegar a un nuevo destino, deseándole «que siga con su buen hacer pastoral».