
Así de explícita ha sido la concejal de Hacienda, Ana Mª Cerrillo (PSOE), al anunciar que la situación económica del Ayuntamiento de Utrera «no es tan solvente como el anterior equipo de gobierno aseguraba». Ello se debe, entre otros motivos que avanza la edil, a la decisión del anterior alcalde de no renovar el contrato al interventor municipal el pasado mes de marzo, «acto inaudito en una ciudad como Utrera, lo que ha impedido hacer la liquidación del pasado ejercicio económico. A todo esto se suma el desmantelamiento que los servicios de Intervención han sufrido los últimos años desde el punto de vista de los recursos humanos».
Por tanto, según Cerrillo, las posibles consecuencias de esta «desafortunada decisión es que podríamos perder los ingresos que el Estado nos adelanta mensualmente, con lo que correría el peligro del abono de las nóminas».
Por otro lado, la no liquidación de las cuentas del pasado año y no haber presentado diversos informes y documentos ante el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas parece ser que ya ha sido advertido por dicho organismo, «siendo Utrera el único pueblo de la provincia de los grandes que no lo ha hecho a estas alturas».
La responsable de las cuentas municipales afirma que existe una merma de personal administrativo para poder llevar adecuadamente la fiscalización, gestión y control del gasto de una forma adecuada, así como de las justificaciones de las subvenciones que se reciben de otras administraciones como la Junta de Andalucía o Diputación de Sevilla.
Otro de los datos desvelados por la concejal de Hacienda es la existencia de facturas sin consignación presupuestaria que ascienden a más de 1,5 millones de euros, que no se han podido tramitar por no haber liquidado las cuentas de dicho año. La edil insiste en que los ingresos no son suficientes para afrontar los gastos que el anterior equipo de gobierno presupuestó para el presente ejercicio, «de ahí deriva el retraso en el abono de las subvenciones a los diferentes colectivos y asociaciones de nuestra ciudad, aprobadas el pasado mes de julio pero a las que aún no se ha podido hacer frente».
A pesar de todo, Cerrillo confía en que «conseguiremos salir airosos de todo esto gracias al gran trabajo de los empleados y empleadas públicas con que cuenta este Ayuntamiento. Tengo muy claro que entre todos haremos lo posible para que establezcamos una situación de normalidad financiera».
En los últimos 12 años han cobrado los empleados religiosamente a pesar de los años difíciles vividos, y justo ahora ya van a dejar de cobrar. Qué morro tienen estos del PSOE echando la culpa al anterior gobierno que ha cumplido escrupulosamente con los pagos.