Dicen por ahí… Que aún sigues recorriendo las calles de Utrera… con tu traje de chaqueta y ese andar elegante… Que más de uno y una se vuelven a mirarte, y se preguntan si eres o no eres…
Dicen que te vieron entrando por El Niño Perdido, y cuando volvieron a mirar ya te habías ido… Dicen que en tu entierro mucha gente lloró y más de uno sintieron tu mano en su hombro para darles consuelo… Los que tuvimos la suerte de conocerte… Seguimos sonriendo al recordarte… Muy grande ese corazón tuyo, hijo…. ¡¡muy grande!!
Y dicen que quien mira fijamente a la Virgen de Consolación y piensa en ti… Le ven correr por las mejillas las lágrimas al pensar… a ver quién va a escribirle a Ella palabras tan bellas como le escribía él en el librito de Vía Marciala de Utrera… A ver quién va a llorar y reír al leer sus artículos y libros…
Yo creo que seguirás recorriendo las calles de tu querido pueblo… Y que seguirás dando tus abrazos sinceros… Que sigues entrando a sentarte en tu banco de tus iglesias… Que les susurras al oído a tus seres queridos todo lo que los quieres y anhelas… Que seguirás compartiendo esas tertulias con tus amigos…
Que tú seguirás siguiendo a tus pasos de Cristos y Vírgenes de Utrera… Ya verás cómo te vemos en la Semana Santa y en esta feria… Ya verás cómo te vemos… Ya verás, querido paisano… Nuestro artista y maestro… A ti, Don Salvador de Quinta… Allá donde practiques ahora tu vuelo.
C.D.S.
