
Como ya se conoció hace algunas fechas, la imagen de la Virgen de la Amargura será sometida a una restauración. De cara a dicho proceso, la hermandad de los Muchachos de Consolación ha programado una misa de acción de gracias y un besamanos, antes de que la dolorosa sea retirada al culto público.
En concreto, esta eucaristía se celebrará este domingo, 28 de junio. Será a las 21.15 horas, en el santuario de Consolación, sede canónica de la cofradía del Lunes Santo. A su término, la Virgen permanecerá expuesta en besamanos. Y todo ello porque el lunes 29 será cuando la imagen sea llevada al taller del imaginero Francisco Berlanga, que se encargará de dicho proyecto.
A partir de entonces, la previsión es que los trabajos se prolonguen a lo largo de dos meses, por lo que la intención es que la imagen esté de regreso en Utrera de cara a la celebración de los cultos anuales en honor a la Virgen de Consolación, a finales de agosto.
Las tareas se centrarán en el rostro de la dolorosa, que sufre problemas por la presencia de puntillas de acero y de repintes con barnices. Según recoge el informe previo a la actuación, al que ha tenido acceso Utrera Digital, ya en el año 2003 se detectaron daños incipientes en el rostro que, con el paso del tiempo, han ido a más.
Uno de los problemas tiene que ver con la presencia de barnices que se le aplicaron en su día a la talla –aunque se desconoce quién lo hizo y cuándo- «se han oxidado notablemente, amarilleando el conjunto y acentuando unos brillos antinaturales».
Por otro lado, en la frente de la imagen «se observan levantamientos de la capa pictórica, unos en forma de grietas y otros abultados, así como un desconchado en la tabica nasal que ha sido repolicromado sin reponer la volumetría». En los laterales del rostro «se dejan ver las fisuras de la unión de la mascarilla, observándose distinta tonalidad en las orejas y el cuello, así como alguna excoriación en la mejilla izquierda y en las manos». En cualquier caso, «a simple vista no se detectan deterioros importantes».
Otra de las deficiencias que presenta la talla se ha detectado tras estudiar las radiografías realizadas a la Virgen. En ellas se ha podido observar la presencia de 16 puntillas de acero comercial, de un largo de entre 30 y 80 milímetros aunque, «afortunadamente, están localizadas todas fuera de la carnadura».
En cuanto a los ojos de la imagen, son de cristal de bóveda, «no apreciándose ningún defecto de colocación». Mientras, «se ven claramente los ensambles de los costeros, que las citadas puntillas tratan de afianzar. Se aprecian claramente las distintas excoriaciones existentes en el rostro de la Virgen y cómo en el lobanillo izquierdo de la nariz está reconstruido con pasta de madera. También se ve una remodelación posterior en los maxilares inferiores de la cara».
Con este estudio sobre la mesa, Berlanga se encargará de restaurar la imagen. Durante su trabajo, se procederá a la limpieza y eliminación de los barnices, y el levantamiento de las grietas, bultos y excoriaciones.
De igual modo, se procederá a la retirada de las puntillas y a su sustitución por espigas de madera. A ello se unirá la eliminación de la pasta de madera de la nariz y la reposición volumétrica con madera de la misma calidad.
El proyecto contempla también el saneamiento de las lagunas producidas, la reintegración cromática, y la fijación y lustre de las carnaduras.
Para sufragar el coste de la actuación, los Muchachos de Consolación han puesto en marcha una campaña consistente en la venta de diplomas, con una pintura de la Virgen de la Amargura realizada por Juan Núñez Cienfuegos. Se encuentran a la venta al precio simbólico de 10 euros, estando disponibles en la casa-hermandad, situada en el número 3 de la calle Nogal. Los nombres de todas las personas que colaboren con la iniciativa se incluirán en una lista que será situada en el interior de la imagen de la Virgen.