
La hermandad de la Trinidad acaba de incrementar su patrimonio con dos nuevas piezas. Esta Semana Santa, la cofradía estrenará un nuevo estandarte corporativo, así como un llamador que lucirá en su delantera el paso de misterio de la Borriquita.
En cuanto al estandarte, ha sido realizado por el bordador utrerano Jesús Migueles. Está confeccionado sobre terciopelo azul, contando con bordados en oro y seda de colores, así como con distintas perlas que rematan la corona del escudo trinitario, que protagoniza la parte principal de este enser. Su realización sido financiada por la propia corporación religiosa.
Mientras, el llamador ha salido del taller de orfebrería Hijos de Juan Fernández. Está basado en una palma, sobre la que se apoya un angelito, en cuyas manos sostiene la cruz trinitaria. Además, en la base donde golpea el martillo puede leerse la frase «Dejad que los niños se acerquen a mí», escrita en latín («Sinite parvulos venire ad me»). Esta pieza ha sido donada por Candelaria Fernández.
Por otro lado, la hermandad de la Trinidad está más cerca de sumar el título de «franciscana» a su nomenclatura oficial. Así se lo ofreció fray Rafael Pozo Bascón, fundador de «Paz y Bien», que ha sido este año el encargado de predicar los cultos en honor al Cristo de los Afligidos. Al término de la Función Solemne, el presbítero realizaba este anuncio, comprometiéndose a gestionar los trámites, en caso de que la cofradía lo deseara.
Desde la propia corporación se han mostrado receptivos a la propuesta, ya que los orígenes de la hermandad, hace ahora tres siglos, se encuentra en el franciscano fray Feliciano de Sevilla, quien fue un importante propagador de la devoción a la Santísima Trinidad.